La suerte de un conductor nocturno (II) - Relatos Eróticos

La suerte de un conductor nocturno (II)

No había pasado una semana cuando recibí por WhatsApp las coordenadas de un punto de encuentro. No venía, nombre, ni foto, solo una bandera de muchos colores.

No sabía muy bien que hacer. Tal vez fuera una reunión de maricas, que querían hacer una cama redonda, o tal vez fuera una orgía. A lo mejor era esta pareja que volvía a tener ganas de rabo. Así que acudí al punto de encuentro a la hora señalada.

Allí me encontré a unos 10 o 15 coches cada uno de ellos con, 3 personas al menos cada uno, practicando sexo entre ellos dentro y fuera de los coches.

Había de todo, tríos de sexo anal, chicos con chicas, chicas con chicos y chicas chicas con chicas, pero lo que me llamó poderosamente la atención fue una enorme cola que había de unos 20 tíos en fila, haciéndose una paja y esperando para correrse en la cara de una chica que estaba completamente desnuda por excepto un antifaz que llevaba.

Me puse a la cola mientras me iba tocando y excitando al ver esa escena. Ella sujetaba como buenamente podía una polla en cada mano mientras con la boca mamaba alguna de las pollas que se le iban acercando a su cara.

Me fijé en un negro con el rabo más grande y gordo que he visto en mi vida, apenas entraba la punta en su boca, las corridas empezarán a llover en su cara y al poco rato estaba llena de semen, también sus tetas, cuello. Casi todo su cuerpo estaba cubierto de semen. Yo era el último y cuando llegue la reconocí, era la chica que había enculado en la cuneta hacía unos ...

... días. La que me había follado mientras su novio se corría en su cara.

La saludé con un: “zorra, te dije que me llamaras y necesitabas un buen rabo, pero veo que hoy estás bien servida”

Ella me sonrío y me dijo: “el otro día tampoco fuiste el primero,ni el último en follarme. Luego seguimos un buen rato con otros amigos ¿O te crees que te vale tu polla para dejarme satisfecha?”.

Yo le arrimé mi polla a su cara para que me la chupara y correrme en su cara, pero ella negándome con la cabeza Me dijo: “para ti, tengo reservado otro agujero.”

Y se puso a cuatro patas, mostrándome un diminuto tanga blanco, apenas una tira cubriendo su ojete y su coñito perfectamente húmedo y depilado, mientras los demás empezaban a tocarse y a empalmarse otra vez.

Su culo en pompa era una delicia y, sin dudarlo, me agaché un poco y se la metí por el culo con un rápido movimiento. Ella comenzó a gemir, pero ya tenía su boca con la enorme tranca del negro.

Yo empecé a meter y sacar mi polla de su culo y de su vagina, mientras ella con las manos se frotaba el clítoris, se retorcía de gusto, así seguimos conseguir un buen rato hasta que el negro se corrió salpicándole las tetas.

Yo me corrí dentro de su ojete y ella empezó a echar un enorme chorro de líquido por la vagina mientras gritaba: Más, dadme más, quiero más pollas y más leche!!

Cuando me retiré de la orgía pude ver a su novio follarse a una negra que estaba siendo penetrada por otros dos chicos y pensé “lo que te has ...