1. Alex, 18 años, casi Alexia de tan lindo (9)


    Fecha: 21/10/2018, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: señoreduardo, Fuente: CuentoRelatos

    ... arreciaron. El matrimonio pidió que Alex se quitara la túnica. Ya desnudo y también descalzo Ligia lo empujó hacia la pareja.
    
    -Bueno, los dejo solos… -dijo la matrona y dirigiéndose al jovencito agregó: -Portate bien, bebé. Hacé y dejate hacer todo lo que esta gente quiera, ¿oíste?
    
    -Sí, señora… murmuró Alex en brazos de Severino, que lo retenía por la cintura y lo besuqueaba en el cuello dejándole allí un poco de baba.
    
    -Ahí sobre la mesa les dejé vaselina. –indicó Ligia antes de retirarse. –Tome este handy, señora, y cuando hayan terminado me avisan.
    
    Alex estaba erizado de la cabeza a los pies. Recuperaba, después de la última cogida que le habían dado los Amos, esa calentura extrema y morbosa que le producía el contacto físico con viejos. Era una sensación oscura e intensa hecha de asco y excitación; ese asco lo excitaba y la excitación iba atenuando el asco para después reinar por completo en la mente y el cuerpo del chico.
    
    Severino a sus espaldas y su mujer por delante, pasándole la lengua por las mejillas y los labios mientras sus manos le recorrían los flancos y las caderas entre frases obscenas que lo iban excitando cada vez más.
    
    No tardó en sentir la pija del viejo endureciéndose contra sus nalgas y exhaló un gemido. Lo desesperaba el deseo de sentir esa verga entrándole en el culo y tanto lo desesperaba que se escuchó diciendo: -Métamela, señor… Por favor, métamela…
    
    Al escucharlo, la vieja se excitó tanto que lo mordió en el labio inferior y ...
    ... cuando el gemido de dolor de Alex aún no se había apagado le exigió a su marido:
    
    -¡Clavalo, Severino! ¡clavalo! –y al decir esto tomó al jovencito de la cabellera y tironeando con fuerza lo puso en cuatro patas. Ambos viejos se desvistieron rápidamente mientras Alex jadeaba presa de la más intensa calentura.
    
    -Esperá, no seas ansiosa. –dijo Severino. –Primero me la va a chupar.
    
    -¡Claro! ¡genial! -admitió la vieja.
    
    El hombre se acercó al jovencito, que esperaba jadeando, se detuvo ante él y le dijo: -Mirame.
    
    Alex ardía mientras miraba ese rostro surcado de arrugas, esa cabeza calva, esos labios que eran apenas una línea curva hacia la base de la nariz, esos ojos que rezumaban lascivia y se angustiaba de hambre por esa pija ya bien dura que el viejo se sobaba a escasos centímetros de su rostro en tanto su mujer iba en busca de la vaselina, porque no pensaba perder el tiempo mientras su esposo disfrutaba de una buena mamada.
    
    -Abrí la boca. –ordenó Severino y Alex lo hizo para recibir ese ariete que lo penetró hasta la garganta provocándole algunas arcadas en el momento exacto en que Amalia le envaselinaba el orificio anal y se lo invadía con dos dedos metidos hasta los nudillos. Hizo un movimiento hacia delante al sentir la penetración y entonces la verga del viejo lo ahogó aún más. Su desesperado corcovo provocó que el vejete hiciera retroceder un poco su pija, para que el chico pudiera por fin empezar a mamársela.
    
    -¿Te la está chupando bien o lo castigo? ...
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