1. Un cortísimo e insospechablemente profundo cuento erótico


    Fecha: 21/10/2018, Categorías: Sexo con Maduras Autor: caballerofictic, Fuente: CuentoRelatos

    ... toco.” Se miraron hasta el fondo de las miradas, ella con un incendio de color, él con unos ojos de animal, ambos palpitando.
    
    Salieron tras unas canciones a la noche púrpura y los recibió una armónica solitaria que aullaba un blues entre calles y edificios. El hombre la cubrió con su gabardina, pues empezaba a nevar. Cuando la canción terminó ellos ya estaban desnudos, liados en la penumbra de un cuarto alumbrado por la luna, que veían por la ventana; ella, acariciando las manos del hombre, él, a su espalda, acariciándole los labios con la rosa del rocío, que dejaba sus gotas sobre sus senos, en la punta de un pezón, en el vientre hirviendo, debajo del ombligo o se evaporaban en los muslos que escondieron la mano del hombre al ceder por completo la bella mujer. La levantó, y en un dulce gemido entró en ella. Luego se borraron las estrellas. Ya dormidos, Esperanza volaba entre los soles de otros mundos y las olas luminosas del universo cuando una figura opacó los colores fantásticos de una nebulosa y sus ojos se mojaron de lágrimas claras, era su amante de hacía unas horas o minutos, que la había alcanzado para decirle “hasta luego, querida amiga.” Ella lo abrazó con la mirada y le dijo con una voz sin ruido, “compañero de otras horas, ¿qué certezas son las tuyas?” “Me lo han dicho”, le respondió la voz del hombre, como hecha de ecos dulces, “volveremos a asociarnos allá abajo.” Las lágrimas de gozo cayeron al mundo y coincidieron en una flor, cuyos pétalos se hicieron rojos y azules. El sol le entibiaba la cara cuando el hombre la despertó con una taza de café, paseando su mano por sus cabellos, sus labios, sus senos de seda; casi sin tocarla. Ella sonrió. Se vistieron, se dieron un beso en el cachete y se dijeron adiós. El hombre partió con libertad. Ella, ya en la calle, recordó que la flor se había quedado en el cuarto; regresó, pero la rosa habíase evaporado con el agua del florero.
«12»