1. Mi profesora del colegio se hizo mi profesora de amor - segunda parte


    Fecha: 01/06/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Cuando llegamos al dormitorio ella se sentó en la cama y me hizo parar frente a ella. Todo mi cuerpo tremió. Qué quiso hacer?
    
    - Relajate, no te hago dano.
    
    Abrío la cremallera de mi pantalón, bajó el pantalón y mis calzonzillos y cogió con una mano mi pene erecto, con otra acarició mis huevos, jugó con mis bolas.
    
    - Es bueno? No tengas miedo, mi M. Te va a gustar.
    
    Después de muchas suaves caricias otra sorpresa que primero me parecía sucia: comenzó a besar mi pene completo. Desde el glande hasta mis huevos. Cómo se puede lamer y besar un pene? pensé. Pero la experiencia venció cualquier duda. Qué rico!
    
    Introdució el glande en su boca, después tanto de mi pene como pudo. Chupó, succionó, lo sacó y introdució de nuevo. Y miró mis ojos que indicaron mi delirio total. Sentí que iba a correr. Que rica maravilla. Pero quise sacar mi pene de su boca para evitar la eyaculacíon a dentro de su boca. No me permitió. Quiso que yo terminara allá. Así fue. Mi semen corrió y llenó la boca de ella. Despacito dejó escapar mi pene de su boca.
    
    - Era rico para ti?
    
    No pude responder, tan agotado me sentí.
    
    - Ven ahora, acuestate junto a mi lado. Quítate tu camisa. Y ayúdame quitar mi ropa.
    
    No era difícil quitarle lo poco de su ropa. Pero mis dedos tremían cuando liberaron los senos de la blusa. Qué busto! Qué forma más perfecta, que color rico. Quise besarlos, pero de nuevo tuve dudas.
    
    - Tócalos, acarícialos, bésalos, son tuyos, M.
    
    Cuando me incliné para dedicarme a ...
    ... sus maravillosos senos ella guió una mano mía entre sus piernas. Ella estaba todita húmeda.
    
    - Acaríciame allá también.
    
    Largos ratos besé y chupé sus senos, a la vez acaricié el lugar mojado entre sus piernas. Un lugar muy suave y muy abierto que invitó a mis dedos.
    
    Mi pene ya de nuevo se había puesto duro, ella lo frotó, lo apretó fuerte, yo sentí un placer enorme que a veces llegó al borde de dolor.
    
    - Ven encima de mi ahora!
    
    Ella abrió sus piernas, sus morenos muslos y me acosté encima de ella. No era necesario su ayuda, mi pene encontró el lugar como si hubiera estado su lugar hace tiempo: con suaves empujes poco a poco se abrió el camino. Gemimos juntos, con cada empuje más.
    
    Miré sus ojos que expresaron puro placer - como los míos. Aceleré mis empujes.
    
    - Ven ahora, yo voy a terminar ahora. Déjame tu semen rico y joven.
    
    Empuje con más rapidez, gemimos muchísimo.
    
    - Ah que rica tu corrida ahora, siento tu semen como corre a dentro de mi. Déjamelo todo.
    
    Exhaustos paramos nuestro movimiento. Saqué mi pene que se había puesto algo flaco. Me acosté de la de ella. Mis dedos acariciaron le lugar donde se habían mezclado los liquidos de ella y mi semen. Chupé mis dedos llenos de un riquisimo olor, entonces la besé y compartí con ella el sabor.
    
    Acostó su cabeza en mi hombro.
    
    - Sabes, me gustaste ya en el colegio. Sentí una rica inquietud en tu presencia. Pero entonces qué pude hacer? Fuiste mi alumno. Hoy eres de nuevo mi alumno, alumno de amor. Me ...
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