1. Emma post coito


    Fecha: 08/06/2024, Categorías: Transexuales Autor: AnaLiliaTvCDMX, Fuente: CuentoRelatos

    Era difícil pensar que Omar y yo habíamos tenido relaciones sexuales unos minutos antes. La pasión se había apagado y habíamos encendido las luces. Ahora nos encontrábamos cada uno a un extremo de la habitación.
    
    - ¿Cómo estás? – me preguntó.
    
    No respondí. No sabía que decir y solo agité mi cabeza en señal afirmativa, pensando que con eso entendería que estaba bien. Guardamos silencio. Omar sacó un paquete de cigarros que tenía guardados y encendió uno. Fumó mirando hacia la ventana. Tenía la apariencia de un hombre sabio que meditaba sobre algún tema profundo. Era un filósofo desnudo. No me había percatado hasta entonces, pero mi tío Omar tenía un cuerpo hermoso: delgado, marcado, de piernas gruesas y un magnífico pene que colgaba entre sus piernas, el pene que me había convertido en mujer. Me sonrojé.
    
    - ¿Por qué no me lo dijiste antes? – me preguntó de repente.
    
    Tarde unos instantes en responder, pero al fin respondí con otra pregunta.
    
    - ¿Decirte que?
    
    - Que te gustan los hombres.
    
    Nuevamente se hizo el silencio entre nosotros. Escucharlo decir esas palabras en voz alta me asustó y quise negarlo. Pensé en decirle alguna mentira, algo que le hiciera olvidar la idea de que yo era “joto”, pero sabía que no tenía ningún caso hacerlo. Habíamos tenido sexo e inventar una historia en ese momento no solo me parecía tonto, tampoco quería hacerlo. Me incorporé y caminé hacía donde él estaba. Tomé un cigarro de la cajetilla y me acerqué para que lo encendiera. Omar me ...
    ... miró sorprendido, parecía que me preguntaba “¿Estás loco? tú no puedes fumar”. Yo le devolví la mirada y le respondí del mismo modo “¿En serio, me emborrachaste, me cogiste y ahora piensas prohibirme que fume?”. Él pareció entender mi mensaje, me acercó su cigarro y encendí el mío. La primera bocanada me hizo toser, no estaba acostumbrado a fumar, pero después de las siguientes caladas comencé a disfrutarlo y entendí porque en las películas las parejas fuman después de coger.
    
    - ¿Y por qué tendría que habértelo dicho? – respondí finalmente.
    
    Al terminar mi cigarrillo busqué un pañuelo desechable y comencé a limpiar el semen que escurría por mis piernas. Sobre el papel había manchas rojizas.
    
    - Me hiciste sangrar – le dije.
    
    Omar pasó sus ojos del papel manchado a los míos.
    
    - ¿Tienes relaciones con muchos chicos? – me preguntó.
    
    Moví mi cabeza en señal de negación.
    
    - ¿Son chicos de tu edad, algún hombre te ha obligado a algo?
    
    - ¡No! – respondí – bueno…
    
    - ¿Qué paso? – me preguntó con preocupación.
    
    Lo miré a los ojos y le confesé su crimen.
    
    - Tú… acabas de tomar mi virginidad.
    
    Y al hacerlo comprendí la magnitud del evento que acababa de vivir. Omar me miró y después se acercó para tomarme entre sus brazos. Yo estaba confundido, por un lado sentía una inmensa alegría, estaba emocionado, pero no podía dejar de pensar que todo había sido un grave error. Lo abracé también, con fuerza, me llamó “Mi amor” y yo lo besé. Al separarnos Omar me preguntó si ...
«123»