Tres veces
Fecha: 12/06/2024,
Categorías:
Transexuales
Autor: sissy coqueta, Fuente: CuentoRelatos
Tres veces tuve que cambiar mi ropa femenina, tres veces cambie mis pantis esa noche, todo para complacerlo, tres veces me vestí como la hembra que él quería ver, como una señorita me dedique a complacerlo cada vez usando los vestidos que él decía, las pantis que elegía, siempre femenina, en pantimedias y ligueros, con varios sostenes, siempre femenina y sumisa. La primera ropa que debí usar la recibí en una bolsa apenas entre a su apartamento, me la entrego mientras me indicaba que debía ir al baño y cambiarme rápidamente, fui obediente y tras cerrar la puerta me quite mi ropa masculina, como ya llevaba pantis y sostenes me dedique así en ropa interior a sacar cada una de las prendas, encontré en la bolsa unas pantis de flores con su sostén, pantimedias blancas, tacones y un hermoso vestido de falda de flores, me cambie de ropa interior rápidamente y me puse el vestido sin problemas, mientras lo hacía vi que en el baño había un buen surtido de maquillaje con una nota que indicaba que podía usarlo, así que me maquille bien femenina y con los colores del vestido. Cuando Salí el me esperaba frente a la puerta con un collar de mascota en la mano, me puse de espaldas para que me lo colocara y mientras lo hacía me dijo que me había demorado mucho, que ya se encargaría de educarme como una buena sumisa, entonces me halo hacia la sala.
Yo estaba muy excitada, sentía mis pantis ya mojaditos, el seguía vestido y tras sentarse en un sillón me ordeno que sirviera algo para tomar, ...
... fui rápidamente a la cocina y regrese con dos copas de vino, el tomo la suya y me dijo que bailara para el mientras miraba, yo tomaba mi vino y bailaba lo más femeninamente que podía, me puse entre sus piernas y seguí bailando mientras el levantaba mi faldita para mirar mi ropa interior y me decía que era una putica, que se me notaba que tenía las pantis mojadas, yo le decía que si mientras lo miraba coqueta y caliente, tras bailar un rato me pidió que fuera por una cuerda que estaba sobre la mesa del comedor, lo obedecí sumisa y después de llevarla me deje atar mis manitos adelante y luego mis piernas juntas. Cuando me tuvo así amarrada me tiro boca abajo en el sillón y mientras se quitaba la ropa me dijo que lo primero que iba a llenar de leche era mi culito, que me lo iba a romper todo primero para hacerme su perra, yo intente moverme pero él me controlo con sus manos, luego ya desnudo se acostó encima de mí y comenzó a mover sus caderas rozándome toda, así me levanto el vestido y me bajo las pantimedias, luego me halo las pantis a un lado y sentí su verga dura, muy caliente en mi culito, primero puso la cabeza en toda la entrada comenzó a empujar, yo gemía y me movía muy caliente, sometida como una hembra, él se separó y se colocó un preservativo lubricado y luego volvió a ponerlo duro y caliente en mi culito, lo puso ahí justo en la entrada, entonces me ordeno al oído que lo metiera, que levantara mi colita para meterlo todo, como una puta con muchas ganas, como una hembra ...