1. Perdido en el campo (3)


    Fecha: 19/06/2024, Categorías: Transexuales Autor: TACOENCAJ_5, Fuente: CuentoRelatos

    Ahora el problema era como presentarme en la estación de servicio con el aspecto que yo tenía. Estacioné sobre la banquina antes de llegar al lugar y bajé del vehículo. Sentado en el asiento del acompañante, y con la puerta abierta, me quité las medias y las deseché. Usando el agua que le quedaba al bidón, me lave las piernas y, mojando un trapo, le quité el barro a mis zapatos de mujer. Por suerte en la guantera llevaba otro par de medias de nylon. Me las coloqué y volví a calzarme los tacones. Me puse el tapado que, aunque no tenía cierre, podía mantenerlo cerrado usando una mano. No quería que se me viera el corpiño. Para finalizar me puse un gorro de lana, ya que la peluca había quedado en el campo. Había mejorado un poco, pero seguía temeroso e inseguro.
    
    Llegué y me estacioné a la par de uno de los surtidores. Por costumbre, encendí del coche y fui a abrir la tapa, para que me cargaran combustible. Ese fue un error. Yo podía haberle dado la llave al que despachaba sin necesidad de apearme. En eso se acerca un tipo de unos sesenta años, delgado y con lentes y me saluda cuando yo me estaba dando vuelta:
    
    -Buenas noches, señora... perdón, señor.
    
    - Yo... esteee...
    
    -No se preocupe, amigo. No es la primera vez que veo a un hombre vestido de mujer. Y no tengo prejuicios.
    
    -Bue... bueno. Se lo agradezco mucho.
    
    En ese lugar corría un fuerte viento y yo estaba casi tiritando de frio. El hombre se percató de eso y me dijo que pasara al shop y que mientras el cargaba ...
    ... el combustible me bebiera un café caliente. Como notó que yo dudaba, me dijo que el shop lo atendía su hijo, que no debía preocuparme. Para colmo en ese piso de cemento, mis tacones de aguja hacían un ruido infernal, y ese ruido se acentuó al ingresar al local. Me dirigí a una de las mesas y tomé asiento. Un muchacho joven estaba tras el mostrador leyendo no sé qué cosa. Al notar mi presencia, me observó unos instantes y salió despedido hacia afuera. Yo me estaba preocupando. Habló unos segundos con su padre y, por las señas que hizo, me di cuenta que le ordenó que regresara a atender.
    
    Me saludó amablemente y me preguntó que deseaba que me sirviera. Le pedí un café negro y fue a buscarlo. No se cual de los dos estaba mas sonrojado. Me sirvió y cuando estaba por retirarse, entró el padre y sentándose en la misma mesa que yo, le dijo que dejara la jarra y le trajera un pocillo. Se sirvió el café y comenzó a preguntarme que me había pasado, ya que vio el auto con barro por todos lados. Le conté que venía a visitar a un amigo, que no lo encontré, y que cuando quise volver me fui a la zanja y me quedé encajado. Obviamente no me referí a como me violaron esos tipos. Le ordenó al hijo que llevara el auto a la parte de atrás y lo lavara. Yo le dije que tenía que seguir viaje, y me pidió que me quedara un rato para conversar, ya que no había encontrado a mi amigo. Acepté quedarme un rato y él me contó que hacía mucho que vivía solo y que le agradaba mi presencia porque así vestido ...
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