Con mi novia y mi novio por primera vez
Fecha: 27/06/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... gozar sus orgasmos.
Lleve mi lengua a su concha, y fui metiéndola y chupando alternativamente. Mi mano, aún con aceite, busco mi concha, y me fue masturbando mientras mi boca se ocupaba de Sandra.
Unos momentos después, las dos estábamos como locas. Orgasmo tras orgasmo.
Fer se acercó a mí, y me mostro un arnés con un consolador de buen tamaño, casi como el de su pija en plena erección. Sonreí. Me levanté y me ayudó a ponérmelo. Puse un poco de aceite en el consolador y en el pecho y concha de Sandra. Lentamente la penetré y Sandra tuvo un tremendo orgasmo. Me acosté sobre ella y bombeaba mientras nos besábamos sin parar.
Me di cuenta que Fer no participaba para nada, lo miré y estaba sentado en la cama, acariciando su pija parada. Nuevamente traté de tocarlo, pero no me dejó.
Luego de una tremenda acabada, Sandra me pidió que la deje a ella darme placer.
Me saque el arnés y me acosté. Ella puso aceite en mi cuerpo y me acarició por completo. Increíblemente, empezaron mis orgasmos, suaves y prolongados sin siquiera me toque el clítoris o la vagina.
-Fer, sos un divino, esto es maravilloso. Dije totalmente extasiada por el placer.
-Me alegro amor. Dijo él.
Sandra con su lengua hacía maravillas en mi concha. Sus manos jugaban con mis pechos mientras me chupaba y me volvía más loca si eso es posible.
-¿Me ayudas? Le dijo Sandra a Fer. Era para ponerse ...
... el arnés.
Pero contra lo que esperaba, me hizo poner boca abajo. Se sentó sobre mis piernas y sentí como el consolador se apoyaba entre mis cachetes. Puso aceite en mi espalda y sus manos lo esparcieron completamente. Apoyo sus pechos en mi espalda y me besaba el cuello.
Se levantó e hizo que separara mis piernas. Yo estaba perdida en el placer que me daba y lo hice. Su lengua comenzó a jugar con mi ano. Puso aceite en sus manos y me acariciaba el culo muy lentamente. Parte del aceite fue a mi ano, y su lengua se ocupó de esparcirlo bien, y lentamente comenzó a penetrármelo.
Nunca ella lo había hecho, ni yo había aceptado que juegue con sus dedos en mi culo, tampoco le permitía a Fer. Pero ahora todo era distinto.
Nuevamente se acostó sobre mi pecho y sentí como el consolador se apoyaba en mi orto, pero solo eso. Sandra se frotaba con sus tetas en mi espalda, me besaba el cuello y el consolador no me penetraba. Yo estaba loca de excitación y quería que me penetre el ano sin más.
-Sandra, por favor, metelo. Le dije.
-No soy yo quien te tiene que sacar la virginidad del orto. Dijo y cuando la escuche, estalle en un orgasmo tremendo.
Sandra se levantó y vi que le daba un besito a Fer en los labios, se quitaba el arnés y se sentaba a su lado.
Me quedé quieta un momento deseando que Fer me poseyera. Pero no lo hizo.
Me puse a su lado, lo besé y me abrace a él.