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La masajista arequipeña
Fecha: 05/07/2024, Categorías: Masturbación Autor: AlonsoLima, Fuente: CuentoRelatos
... discreto. Ya con su pantalón suelto metí mi mano por detrás y comencé a acariciar sus nalgas y ella solo me besaba con mucha fuerza. Casi mordiendo mis labios. Al rozar su ano con mis dedos, sentí su estremecimiento y me dio valor para jugar. Saqué mi mano, unté mis dedos con saliva y volví a jugar con su ano ya palpitante. No le introduje el dedo, pues luego tendría que sacar la tarjeta para pagar y no quería rastros marrones sobre la misma ni sobre mi ropa. Pero lo froté el ano un buen rato, más de una vez saqué mi mano y volví a untar mis dedos de saliva, sentí como su culito palpitaba y palpitaba mientras ella gemía y me besaba con fiereza. Tras un buen rato así, saqué la mano, hice algo de equilibrismo y se la introduje por delante del pantalón. Puse de lado su bikini, sin sacarle el pantalón y sentí su vagina ya muy húmeda. Incluso el bikini ya lo estaba, sin más, le introduje dos dedos. Ella se levantó un poco del asiento, acomodé mi mano debajo de ella y pude masturbarla a placer mientras ella me besaba. En todo momento, ella sólo gemía y se dejaba hacer, pasé de dos dedos a tres y sentía como sus fluidos me mojaban los dedos y la mano entera. Sentí como se aceleraba y finalmente tuvo un delicioso orgasmo en el que me mordió salvajemente los labios. Luego de llegar se despabiló. Se arregló y me pidió nos fuéramos. Lo acepté. Ya sabía tácitamente que, al día siguiente, en la sala de masajes, iba a ser mi turno.