Siento delirio por mi cuñada
Fecha: 06/07/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: Janda, Fuente: CuentoRelatos
La hermana menor de mi esposa esta buenísima, tiene 35 años, va a diario al gimnasio, hace yoga, se alimenta bien. Tiene un rico y cultural cuerpo, es morena de pelo corto, piel suave y calidad, un trasero por el que me desvivo, siempre he soñado y me he masturbado pensando que copulábamos.
Pero hoy ha sido un día especial. Ella ha llegado a mi casa, después de su sesión de gimnasio, yo estaba solo, mi esposa había salido de compras, así que cuando ella entra en casa.
Cuñada: Carlos, ¿Esta el baño libre?, necesito darme una ducha y cambiarme de ropas.
Yo me he quedado en silencio, mirándola, esa camisa blanca ceñida a su cuerpo, resaltaban sus pezones, y ese pantalón de gimnasia, ceñido, resaltaba su vulva y su trasero. Reacciono y le comento.
Carlos: Si el baño está a tu disposición cuñada.
Ella se va para el baño y yo regreso a mi lectura del libro que estaba leyendo “Puerto escondido”, tras un buen rato, vuelvo a sentir su voz.
Cañada: Carlos ¿Dónde tiene mi hermana el secador? Le digo voy.
Carlos: delante de la puerta del baño, ¿se puede pasar?
Cuñada: si Carlos pasa, estoy envuelta en la toalla.
El secador, lo guarda ella, en ese estante de arriba.
Cuñada: Gracias amor.
Tras un pequeño rato escuchando el subido del secador, este para de funcionar y ella sale del baño, envuelta en la toalla, para cambiarse en la habitación de invitados. Carlos piensa – Uff si se le cayese la toalla-. Al poco tiempo sala de la habitación de invitados, ...
... viste un pantalón vaquero ceñido, una blusa de mangas cortas de color blanco, y calza unas zapatillas deportivas de tacón. Se acerca al salón – donde me encontraba ensimismado de la lectura, y me comenta.
Cuñada: Cuñado, no vea que baño más relajante me he dado.
Carlos: Te habrás quedado relajada del todo.
Cuñada: Uff un masaje me vendría de perlas ahora, así se me relajan los músculos de las piernas y el culo, después del gimnasio.
Carlos, pero eso te lo haría que haber dado antes de la ducha, ella argumenta
-Es igual, no tengo pereza en desnudarme si fuese necesario.
Carlos tímidamente, le comenta, yo te lo puedo dar, algo se de esos masajes, de mi etapa de monitor de gimnasia.
Cuñada: Si cuñado, ¿tú serias capaz de darme ese masaje?
Así que tras conversar unos minutos, ella se marcha para la habitación de invitados y Carlos al baño, por aceite.
Cuando Carlos llega a la habitación, se encuentra a su cuñada, tendida boca abajo, ya se ha desprendido del pantalón y se ha quitado también la blusa, con lo que Carlos, se encuentra a su cuñada en sujetador y un ligero tanguita. Coge aire y respira profundamente y piensa – Hoy serás mía.
Conversan sobre en qué zona desea el masaje, ella le pude a Carlos, que sea de las piernas hasta la espalda, es decir cuñado todo mi cuerpo. Ok.
Carlos se frota las manos, para calentarlas un poco, y toma el bote del aceite, que derrama entre los muslos y nalgas de su cuñada, he inicia un masaje del muslo izquierdo, ...