Mi primer relato
Fecha: 16/07/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: PeterPasion, Fuente: CuentoRelatos
... nuevo, aunque pronto se vio en la obligación de desnudarme por completo para que mi pene se pudiese estirar completamente. Poco le importó cómo estaba porque una vez estaba desnudo y tumbado hacia arriba, movió sus caderas sobre mí hasta llegar a mi cara, donde se sentó y me permitió sentir su excitación provocar un aumento en ella. No sé exactamente el tiempo que me tuvo en esa posición, pero yo seguiría constantemente escuchándola gemir mientras devoraba ese delicioso lugar.
Cuando lo creyó oportuno, se apartó, buscó en su mesilla un preservativo, se lo puso y directamente se introdujo mi erecto miembro para que ambos soltáramos un gemido al unísono que pronto se convirtió en algo prácticamente musical, una combinación de sonidos, gritos, roce de piel y golpes, de su cuerpo contra el mío y de azotes que daba a su culo mientras seguía con unos movimientos tan sensuales que hacían que me volviera loco. Y cuando parecía que estábamos llegando a nuestro momento de máxima excitación, decidió parar y quitarse de encima de mí. Ese gesto provocó todavía más ganas de seguir, pero la condición era que tendríamos que cambiar papeles y pasar a actuar como activo. Dicho y hecho, se tumbó hacia arriba, abrió sus piernas y me abrazó con ellas, provocando que me introdujera de nuevo en ella, y retomando esa armonía tan musical que llevaba un rato sonando. Los besos fluían, me devoraba con la mirada y se sentía que éramos uno, rozando nuestras pieles con cada gesto, sintiendo hasta lo ...
... más profundo de su persona.
Y llegó de nuevo un punto en el que toda la excitación llegó a su punto álgido. Ahí me ordenó retirarme, antes de que yo explotase de placer, cuando ella lo había hecho un par de veces ya. Pensé que iba a torturarme sexualmente un poco más, pero sin embargo me puso de pie, se arrodilló ante mí para retirar mi preservativo de un miembro que había sido parte de ella durante más de media hora, y comenzó a saborearlo. Todo mi ser sintió un placer extremo mientras ella utilizaba sus manos y su boca para darme placer, hasta que no pude más y me pidió que soltara todo sobre ella, sobre su pecho y su cara. Iluso de mí por pensar que se había acabo, pero ella no estaba de acuerdo con esa idea, y para demostrármelo se limpió todo lo que yo había ensuciado, se lo llevó a la boca y comenzó a besarme con una pasión mayor que antes, volviendo a sentir su piel, tocando para parte de mi cuerpo mientras mis manos fluían alrededor del suyo, intercambiando lo que había soltado sobre ella con unos movimientos de su lengua que claramente me ponían a su disposición, teniendo que dejarme hacer y satisfaciendo ese último placer de algo que habíamos generado juntos.
Nos tomamos un tiempo para descansar, abrazado, acariciándonos, sintiendo de nuevo nuestra piel pero de una forma distinta, aunque quizás más satisfactoria que hasta el momento. Los besos pasaron a ser más cariñosos que pasionales, todo ello mientras nos recuperábamos de todo lo que había pasado.
Y tras ...