EL SEXO VIAJA EN SILLA DE RUEDAS- PARTE 1
Fecha: 22/07/2024,
Categorías:
Fetichismo
Autor: nadia45, Fuente: RelatosEróticos
... visitarme cuando desees, esta es tu casa, no tengo palabras para agradecerte.
Me senté al borde de su cama y acomodando sus sabanas le dije:
Yo: Yo soy quien debe agradecerte, hacia tiempo no pasaba un momento tan agradable, tan distinto, me sentí muy cómoda hablando contigo eres un hombre excepcional y buen anfitrión. Si deseas que te asista durante la noche toca la campanilla yo vendré, voy a dejar las puertas abiertas, voy a usar la habitación de la acompañante nocturna.
Me acosté y me dormí enseguida, por suerte Alejandro no me llamo, pero a las 4 de la madrugada creí sentir un ruido y me levantè, así como estaba, semidesnuda, pensando que Alejandro podría estar en apuros. Caminé hasta la habitación con solo la tanga puesta y tapando mis senos con las manos, me asomé y vi que Alejandro roncaba. Me dormí nuevamente y comencé a soñar que él se levantaba de la cama y venía a mi habitación con la verga parada a follarme. Cuando iba a darme por el culo, practica sexual que me encanta, me desperté. Noté que estaba mojada, comencé a tocar mis senos y acariciar mi cuerpo cachondo, y una cosa trae la otra, entonces comencé a masturbarme, pero los dedos no me satisfacían, necesitaba penetración,
fui al baño, observe todas las posibilidades y el único elemento fálico que había era un tarro de desodorante que lo use como dildo. Gemía y me retorcía de placer mientras me introducía el tarro adentro de la vagina. Debía tapar mi boca con la mano porque a veces me excedía ...
... con los gritos y tenia miedo que Alejandro se despertara, pero era tanta la calentura y las ganas de meterme algo que al momento de correrme no pude contenerme y exhalé un grito, por suerte Alejandro no despertó. Luego me relajé y me dormí. A la mañana siguiente alguien me despertó, era Teresa que había llegado más temprano.
Yo: ¡Hay! ¿Qué paso, está bien Alejandro? Pero que mala acompañante soy, ¿Qué hora es?
Teresa: Tranquila Nadia, el señor está bien, está esperándola en la cocina, el desayuno está listo, le pido perdón señorita cuando entré a la habitación usted estaba destapada casi desnuda y me tome el atrevimiento de cubrirla con la sabana
Yo: está bien Teresa, entiendo, gracias. Voy al baño y me acerco a la cocina.
Teresa pudo observar el envase de desodorante entre mis sabanas y que me había olvidado de regresarlo. Yo me sonrojé y creo que ella se dio cuenta el uso que le había dado. Clavó su mirada en el envase, me miró a mi y se le dibujó una sonrisa cómplice.
Teresa: Nadia, no se olvide de llevar ese envase al baño, es el desodorante del señor Alejandro, quizás usted no se dio cuenta que utilizó una fragancia masculina
Me guiñó un ojo y se retiró de la habitación. Luego desayunamos los tres y a partir de ese día entablé con Alejandro una amistad profunda, si bien nos comunicábamos por video llamada, de vez en cuando pasaba a visitarlo. Pasaron unos meses y me despidieron del trabajo, se me había complicado pagar la renta y estaba pasando un mal ...