1. Orgasmo prostático


    Fecha: 22/07/2024, Categorías: Gays Autor: nalgasdeseda, Fuente: CuentoRelatos

    Hace unos años, estaba de viaje para disfrutar de unas merecidas vacaciones. Siempre había estado tentado por el sexo gay, pero no había tenido demasiada experiencia.
    
    Ese día estaba especialmente caliente, viendo videos de tipos fornidos y con abdómenes perfectos. Especialmente codiciaba las vergas grandes que miraba en los videos. No entendía muy bien cuál era la idea tener sexo anal, por lo que me puse a leer en Google y leí sobre el punto P y lo apretados que son los culos.
    
    Me daba una curiosidad inmensa averiguar cuál era el chiste, por lo que descargué una app de citas para encontrar la experiencia ideal.
    
    Me hablaron toda clase de hombres, la mayoría no me llamaban la atención y justo cuando ya estaba por rendirme, me escribió un tipo venezolano. Me empezó a hablar de tal forma que sentí que mi ano se lubricaba de manera inexplicable. Su abdomen estaba perfectamente esculpido y su cara era sexual. De verlo solo se me antojaba coger. Le pedí que me mostrara su verga y me mandó una bestia de 21 cm que me derritió el culo.
    
    Mis nalgas son excepcionalmente redondas y grandes, por lo que al verlas, él no dudó en proponerme que nos viéramos.
    
    Una hora más tarde estaba en su apartamento sin saber que esperar. Toqué el timbre y el me vio y agarró mi culo con fuerza. Traté de hablar, pero no me dejó.
    
    Me lanzó contra el sillón, me bajó el pantalón y empezó a mover su lengua en mi ano. Lo hacía tan delicioso que mi verga se endureció.
    
    Luego se aburrió y me ...
    ... ensartó su verga de 21 cm en mi boca, no sabía muy bien que hacer pero estaba poseído y me dediqué a chupar su verga gigante con mis labios carnosos.
    
    Casi le exprimo la leche, por lo que me hizo parar. Luego me puso de perrito, y empezó a insertar suavemente su pene gigante. Primero la puntita, casi me revienta el culo. Poco a poco fue metiendo su vergota en mi ano y el dolor se apoderaba más y más.
    
    Pensé que no aguantaría, pero en un punto algo cambió y empecé a sentir una presión inmensa en mi culo mientras me taladraba, insultaba y masacraba el culo.
    
    Me decía que era su puta, que era una perra, que mi culo era el más grande que había cogido, y mi ano empezó a contraerse en su verga, apretando más y más.
    
    Me embestía y gritaba cada vez más recio. "Si papi, dame verga, destrúyeme el culo", y el lo hacía, cada vez más fuerte. Mi culo estaba quedando destrozado, rojo de tantas nalgadas.
    
    Yo estaba gimiendo como perra, el me tapaba la boca diciendo que nos iban a escuchar sus roomates, pero no me importaba, estaba en éxtasis. Mi verga estaba por explotar y yo solo quería cada vez más duro y profundo. Arqueaba mi culo para darle el ángulo perfecto y gemía sin parar. Gemía como una hembra y estaba perdiendo totalmente el control.
    
    El me seguía penetrando, insultando, haciéndome sentir sucio. Mi ano estaba lubricado, abierto y con un calor intenso por dentro. Sentía cada pulsación de su verga gigante y como me destrozaba con sus venas. El gemía como una bestia mientras me ...
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