1. Mis padres en el sofá


    Fecha: 26/07/2024, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

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    Los sábados por la noche lo normal es salir con ¿los? ¿las? colegas, bailar, beber e intentar ligar. Esa velada me lo pasé bien, bailé, bebí y me estuve morreando con mi mejor amiga y un par de desconocidos. Pero ella tenía una excursión familiar al día siguiente y nos retiramos pronto.
    
    Lo que no me esperaba al volver a casa era encontrarme a mis padres follando en el salón. Admito que eso sí que fue una sorpresa, además de un bonito espectáculo.
    
    Como fui el resultado de un penalti los dos son muy jóvenes y están muy buenos. Yo paso poco de los diez y nueve.
    
    El culo de mi madre se veía fantástico botando sobre la polla de su guapo marido. El liguero y la medias lo enmarcaban. Y no digo eso por que sea su hija es algo objetivo, mucha gente comparte mi opinión.
    
    - ¿No tenéis habitación?
    
    - No te esperábamos tan pronto. Cielo.
    
    Pero es que no hacían nada por taparse, ni por parar en realidad. Mi madre conservaba parte de su lencería. Un sujetador de encaje muy sexy de media copa sobre el que salían los pezones y todo el volumen de la teta, un liguero y unas medias.
    
    - Veo que habéis tenido una noche romántica.
    
    - Pornográfica más bien.
    
    Las bragas las había perdido en la entrada y yo las había encontrado al llegar. Aún las llevaba en la mano. El vestido, rojo putón y muy sexi, tirado en una silla junto al traje de mi padre.
    
    En la mesa una botella abierta de champán y dos copas eran prueba de que habían decidido pasar una bonita velada.
    
    - ¿Me ...
    ... puedo poner una copa?
    
    - Claro cielo, no será la primera de esta noche. Eso seguro.
    
    - Sabes que nunca bebo mucho.
    
    Me puse una copita de champán tanto para relajarme un poco, como para seguir viendo el espectáculo con una tonta excusa.
    
    Mi padre desnudo del todo lucía su cuerpazo, su torso trabajado. Sentado en el sofá con las manos aferradas a las tetas de su esposa. A ratos acercaba la cara a esos pechos tan bonitos y los besaba o comía sus pezones.
    
    Ella seguía moviéndo la cadera despacio con la polla que yo nunca había llegado a ver bien clavada en su interior. Todavía no, al menos, el cuerpo de mi madre me la ocultaba. De vez en cuando se les escapaba un suave gemido.
    
    No sé si me estaban ignorando a propósito o estaban provocándome adrede. Pero el bonito espectáculo me estaba gustando tanto y provocando un inmenso morbo que mis pies parecían clavados al suelo.
    
    - Y tú, ¿qué?. Podrías irte a tu cuarto.
    
    Saltó al fin mi padre.
    
    - Podía, pero esto es lo más bonito que he visto en toda la noche.
    
    A esas alturas ya había metido una mano dentro de mi short y me acariciaba los labios de la vulva por encima del tanga con suavidad.
    
    Al fin mi madre giró la cabeza para mirarme. Su expresión era de una lujuria total. Supongo que parecida a la mía.
    
    - Nena, ¿te estas haciendo un dedo?.
    
    - Estoy en ello mami. Me gusta que os queráis así. Es bonito. Y muy excitante. Pero ya sé que no está bien que os vea así.
    
    - Bueno creo que con el rato que ya has estado ...
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