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Sueños perfectos
Fecha: 30/07/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
... sus pechos. Los agarro, los masajeo, los amoldo a mis manos… Comienza a gemir dulcemente en mi oído. De repente paro, con una mano presionando en sus caderas la obligo a quitarse de encima. Me quito los boxes mientras ella me mira mordiéndose el labio inferior. Me quedo mirando sus diminutas braguitas sabiendo que ella está entendiendo que quiero que se las quite. Lo hace sin decir nada, mirándome fijamente con esos preciosos ojos castaños… Me coloco encima de ella con mi miembro apuntando a la entrada de su vagina. Sé que le gusta jugar, sé que no esta tan tremendamente excitada como yo, sé que siempre utilizamos protección, pero la imagen de su frágil cuerpo bajo el mío me supera… La penetro sin contemplaciones. De su boca emerge un sonido próximo al quejido. Beso su cuello por cada rincón que me es accesible. Se que le encanta que haga eso cuando estoy dentro de ella. Gemimos, sudamos y nos movemos a la vez en una misma sintonía que solo nosotros podemos escuchar. Aumento la velocidad de mis embestidas. Hoy no me puedo controlar, llevo ...
... demasiados días deseando poseerla de nuevo. Bajo mi mano por su cuerpo tibio hasta llegar a su enrojecido clítoris. Lo estimulo como solo la experiencia te hace saber. Sus gemidos se hacen cada vez más intensos. Muerde el lóbulo de mi oreja derecha a la par que susurra mi nombre una y otra vez. Acelero los movimientos de mi mano, que a estas alturas está impregnada con sus jugos. Su cuerpo se tensa. Me hace saber que su orgasmo está próximo clavando sus uñas en mi espalda. Con sus manos me obliga a apoyar la mayor parte de mi peso sobre ella. Se acerca a mi oído y me susurra –Córrete Carlos, no aguanto más… necesito sentir como me llenas… En ese preciso momento me clavo profundamente dentro de ella. Una, dos y hasta tres veces. Siento las paredes de su vagina aprisionando dulcemente mi miembro. Lanzamos gemidos al aire y nos corremos juntos sintiendo como el cuerpo del otro se relaja lentamente. Me tumbo a su lado, acaricio su pelo y susurro su nombre… Vuelvo a recordar que tan solo es una fantasía y con este pensamiento en la cabeza, me quedo dormido.