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La pasajera de al lado. Lo rico de viajar de noche
Fecha: 01/08/2024, Categorías: No Consentido Autor: El sabroseador, Fuente: CuentoRelatos
Hola mis lectores. Les traigo una nueva experiencia de mis vacaciones de semana santa. Resulta que mi esposa, sobrinos y yo fuimos a Acapulco para visitar a una de sus amigas y la familia de ella. Por cuestiones de trabajo yo solo iba de fin de semana y ellos se quedaron lo que resta de la semana. Compré mi boleto para viajar nocturno ya que quería compartir mas tiempo con la familia así que elegí el asiento 1, justo detrás del chofer. Cabe hacer mención que el camión venía prácticamente lleno así que imploraba que no me fuera a tocar alguien indeseable de compañero de viaje. Cuando empezamos a abordar, una chica como de 30 años, delgada, güera tostada por el sol y con acento como español se sentó a mi lado, dijo buenas noches, se quitó las sandalias, subió los pies al asiento y comenzó a ver su teléfono mientras el camión se ponía en marcha. Yo hice lo propio pero no deje pasar la oportunidad de verla. Era muy delgada pero de bonita figura. Llamó mi atención sus nalguitas pequeñas y redonditas al igual que sus tetitas. Minutos más tarde el camión apagó las luces y ella y yo guardamos el celular y cada quien disponía a dormir. Me disponía a descansar cuando me percaté que ella no traía suéter. Solo una blusa negra muy ligera al igual que su pantalón. Después de un rato ella empezó a dormitar y recargaba sus piernas hacia donde yo estaba. Eso me empezó a calentar y quise ver hasta donde podía llegar. Me hice el dormido y deje que el dorso de mis manos fuera ...
... acariciando esas pantorrillas y piernas conforme el camión se iba moviendo. Después de un rato ella se volteó y aproveché para levantar el descansabrazos intermedio y así poder tener más rango de acción. Me hice el dormido también y me gire hacia su lado anticipando que ella en algún momento se volvería a voltear lo cual paso unos minutos después. Su pecho quedó muy cerca de una de mis manos así que me fui acercando muy lentamente hacia esa tetita que se apreciaba muy antojable. Vino el primer rose y nada. No se movió ni nada. Vino el segundo rose y misma situación. Comencé a ser más insistente hasta que mi mano ya iba acariciando una de las tetas. Mi verga ya estaba muy dura y muy notoria debajo del pants que traía puesto. De repente ella despertó, tomo mi mano y dijo que era muy atrevido, que si mejor no tenía una chamarra que le pudiera prestar ya que tenía mucho frio. Le dije que no, pero que si no le importaba podría abrazarla a lo cual se negó por un momento pero no le di oportunidad de dudarlo. Pase mi brazo por atrás de su cuello y le dije que se acercara. Lo hizo y yo quede más que sorprendido. Nunca me había pasado algo similar. Así que la abrace, ella se acomodó de espaldas a mí y de inmediato acerque muy discreto mi pene a sus nalgas, esperando el miento para hacerlo presente. Después de un rato se dio la vuelta y puso sus manos entre sus piernas y estiro ambas piernas recargándolas en frente. Yo seguía abrazándola y aprovechando para rosas sus tetitas con mi mano. ...