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Pusiste mi mano ahí, en otro...
Fecha: 06/08/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Webmonster6910, Fuente: CuentoRelatos
... ganas de sentir que una verga, cualquier verga, empezaba a meterse en mi humedad. Resbaló delicioso cuando me penetró y pude por primera vez sentir que me cogían mientras mamaba otra verga al mismo tiempo. Cuando ya me viste disfrutando te hiciste a un lado. Nicolás puso su mejor empeño. Se movía con fuerza y rapidez encima de mí. Yo tuve mi primer orgasmo casi de inmediato. Fue apenas el primero de varios. Como pocas veces, ni siquiera hizo falta cambiarme de posición. Nicolás me daba y me daba sin parar. En algún momento te vi de pie junto a la cama. Nunca olvidaré tu cara de placer, masturbándote mientras me mirabas ahí con Nicolás encima concentrado en lo suyo. Fue ahí cuando encontré el desconocido placer de gozar que me vieras cogiendo. Me encanta ver a los hombres masturbarse. Verte ahí haciéndolo y saber que lo estabas haciendo mientras me mirabas fue delicioso. Al mismo tiempo sentir mi propio placer con el miembro de Nicolás resbalando en mi vagina, fue una experiencia inolvidable. Perdí la cuenta de mis orgasmos. En algún punto Nicolás levantó mis piernas para ponerlas sobre sus hombros y recuerdo que sin dejar de moverse adentro de mí, manoseaba mi trasero como si nunca ...
... hubiera visto uno igual. De pronto se apoyó un poco más, dejó mis piernas entre sus brazos y dejó caer su peso para poder atrapar mis pechos y apretar mis pezones con sus dedos. La cascada de placer fue tan intensa que yo ya no lo acariciaba a él como al principio. Relajé mis brazos y simplemente dejé llegar los orgasmos uno tras otro. Entre uno y otro clímax, me ayudaba mucho ver tu cara de sinvergüenza mirándome cogida por otro como siempre soñaste. Como pude te hice señas y sin dejar de masturbarte te acercaste apenas a tiempo para que los dos vaciaran su semen sobre mi cara y cuerpo mientras yo tenía el orgasmo más fuerte y prolongado de la noche. Por un momento perdí la conciencia. Cuando volví en mí, ambos estaban sentados a cada lado mirándome y acariciándome suavemente. Nicolás me miraba aún con lujuria y casi sentí una punzada en la vagina cuando te dijo: '¡qué buena que está tu novia! Por eso en cuanto la vi sólo pensé en proponerles esto y poder coger con ella." Todavía me propuso coger más pero yo ya estaba exhausta aunque eso no evitó que tú y yo volviéramos a coger delicioso ya en casa al amanecer. Un día de estos deberías volver a guiar mi mano como aquella noche mi amor...