1. Con el carpintero Manuel


    Fecha: 13/08/2024, Categorías: Hetero Autor: Rosa Apasionada, Fuente: CuentoRelatos

    Soy de Argentina, pero me vine a vivir a México por razones laborales y económicas.
    
    Cuando llegué a México instalé una aplicación para conocer gente de aquí, ya que no conocía a nadie en absoluto.
    
    Gracias a esa maravillosa aplicación he empezado a hablar con un hombre. Solo sé dé Manuel lo básico, es carpintero, tiene 45 años, dos hijas mujeres y 1 hijo, casado y con una muy buena verga porque ya me la ha enseñado en fotografías.
    
    Tal vez piensen que soy una mala mujer por hablar con un hombre que ya está casado, pero la tentación es más fuerte que yo y la verdad que no me importa demasiado.
    
    Él también sabe de mí muy poco, que tengo 20 años y soy escritora de novelas de terror.
    
    Por eso mismo es que decidí enviarle un mensaje a Manuel hoy, porque quiero un mueble para mis libros hecho de madera y también conocerlo en persona.
    
    Él me respondió que no hay problema y que dentro de unas horas cuando lo termine me lo va a traer a mi domicilio.
    
    Las horas pasan y por fin escucho el timbre de la puerta.
    
    Cuando abro veo a un hombre alto, de pelo negro medio gris, pero aún no se nota mucho, cejas gruesas del mismo color del cabello, ojos oscuros, en fin un hombre atractivo y a su lado había un mueble de madera.
    
    -Manuel- apenas me salió la voz por mi sorpresa.
    
    -Eres tan hermosa- me dijo el y la calma me invadió cuando entro a la casa y me dio un gran abrazo como hacía rato que no recibía.
    
    No quería separarme nunca de su abrazo, pero lo hice para verlo a ...
    ... los ojos y que él me diese un beso en la boca como yo lo esperaba.
    
    Estaba besando al hombre con el cual he hablado tanto tiempo y ni aun así lo podía creer, por eso ambos decidimos ponerle más énfasis al beso.
    
    Él abrió un poco más la boca y yo puse mi lengua adentro y luego la de Manuel asalto la mía tomándola prisionera para saborearla despacio y luego con velocidad.
    
    Nos olvidamos del mueble afuera y yo tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para romper ese beso y entrarlo.
    
    -Disculpa, me he dejado llevar- dijo Manuel.
    
    -Sigamos en lo nuestro, mi amor- le respondí acercándome devuelta y uniendo nuestras bocas para que podamos saborearnos nuevamente.
    
    Pero esta vez él hizo algo más que solo besarme. Bajo sus manos libres a mi cintura y luego fueron lentamente a tomar mis dos nalgas para masajearlas.
    
    Dejo de besarme en la boca para empezar a besarme en el cuello con mordidas mientras que sus manos seguían en mi trasero y esos besos fueron mucho mejores.
    
    Luego me levanto para que quede arriba de él para caminar hasta mi habitación sin dejar de besarme en las mejillas.
    
    Cuando llegamos al dormitorio él me poso en la cama con mucha suavidad como si yo fuera el cristal más valioso del mundo.
    
    Se acostó encima de mí, yo puse ambos brazos en su cuello y nos volvimos a besar, pero esta vez los besos fueron lentos.
    
    Con esos besos tan dulces nos quitamos la ropa lentamente y ambos nos pudimos contemplar desnudos, Manuel se inclinó hacia mí para hacer un camino ...
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