Propuesta indecorosa, mi esposa quiere
Fecha: 17/08/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: rickmaster16, Fuente: CuentoRelatos
Es la fiesta de fin de año del trabajo. Mi esposa, Andrea, es una mujer voluptuosa de cabello negro largo, caderona, tetona, con la que llevaba un año de casados. Ese día ella se puso un vestido negro brillante ajustado al cuerpo, todos sus atributos quedaban a la vista. Yo me sentía orgulloso, mi mujer era con toda seguridad la más buena de la reunión. Todos la miraban mientras bailábamos.
La noche transcurrió entre tragos y comida en abundancia. Lo que más me gustaba era que mi jefe, el dueño de la empresa, un tipo arrogante y prepotente, no podía quitar la mirada de mi esposa. Él estaba con su esposa que era una mujer elegante y fina, era atractiva, pero ni comparación con Andrea. ¿Quién tendría el mejor polvo de la noche? Así es, yo.
Sería como la 1 de la mañana. Nos disponíamos a irnos cuando se acercó mi jefe.
¿En que se van a ir? - Preguntó.
Tomaremos un taxi - Le dije, no había llevado mi auto porque quería beber.
Nada de eso, yo los llevo
Aceptamos inmediatamente. La mujer del jefe no estaba por ningún lado. Nos llevó hasta una camioneta enorme que tenía un vidrio polarizado que separaba a los pasajeros del conductor. Había cuatro sillas que formaban una especie de salita, es decir, dos sillas enfrente de las otras dos.
Andrea y yo nos sentamos de un lado y mi jefe se sentó enfrente de Andrea. Emprendimos el camino.
¿Disfrutaron la fiesta? - Nos dijo.
Estuvo muy buena, muchas gracias - Le dije un poco lamiendo bolas.
Nos hablaba ...
... pero me sentía algo invisible, su atención estaba toda sobre Andrea. Mi jefe activó un compartimento y salió lentamente una bandeja con una botella de whisky, un jarrón con hielo y cuatro vasos. Nos sirvió de aquello. Empezamos a beber.
Señor Pizziotti - Me dijo.
¿Si? - Respondí.
Voy a ser sincero… su esposa me parece una mujer increíblemente atractiva… es… muy… deseable
Bueno señor… creo que eso mismo le pareció a todos en la fiesta - Dije atrevido y envalentonado, él sonrió.
Los hombres de negocios no tenemos tiempo que perder… así que lo diré y ya... Le ofrezco 1000 dólares por una noche con su mujer.
Me quedé mudo y miré a mi esposa esperando una mirada similar de estupefacción pero lo que me encontré fue a Andrea cruzando sus piernas, sacando pecho y mirando directamente a mi jefe.
No, obviamente no, mi esposa no está en venta - Dije ya no tan seguro. Él sonrió.
Pizziotti, le ofrezco 10.000 dólares por una noche con su esposa - Dijo.
N…No, ya le dij… dije que mi esposa no est… está en venta - dije.
Andrea apretaba sus piernas y lo miraba fijamente.
¿Y qué piensas tú Andrea? - Le dijo a ella.
Andrea me miró.
Amor… - Le dije. Ella me miró y después volvió a mirarlo.
Detenga el auto - Dijo ella.
El auto se detuvo y nos bajamos.
Espérennos - Le dijo ella a mi jefe al bajarnos.
Cerramos la puerta del auto y subimos al andén.
Es un idiota, busquemos un taxi y vamonos - Le dije.
Amor… podemos pedirle más dinero - Me dijo ...