Pornorelato (3)
Fecha: 24/08/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Arandi, Fuente: CuentoRelatos
... principal objetivo. Se aproximó subiéndose y avanzando a gatas sobre la cama. Su lengua fue la primera en tocar la piel del fuste de carne el cual fue lamido desde su raíz.
Inmediatamente, tras sentir aquella caricia, Brandon vio hacia abajo y descubrió a la madrastra de su novia lamiéndole el pene. La mujer portaba una sexy lencería negra que, probablemente, incitaba más que la desnudez de Pamela a los ojos de Brandon. Pamela aún gemía sin saber nada de lo ocurrido a sus espaldas.
—¡Oh bebé, hazme venir! —decía Pamela.
Jennifer le hizo una seña con un dedo sobre sus labios para que el joven guardase en secreto la actividad que recibía ahí abajo.
—¡Bebé hazme venir! —insistió Pamela al ya no sentir el trabajo lingual de su compañero.
Brandon volvió a lo que le hacía a su novia.
—Eso —dijo la novia a la vez que lo tomó de los cabellos para hacerlo hacia sí.
La joven que montaba el rostro de su amado meneaba las caderas con pujanza. Era notorio que disfrutaba tal montada. Mientras tanto, a sus espaldas, su madrastra ya de plano chupaba el falo de Brandon metiéndoselo en la boca.
Jennifer se tragaba la gruesa verga por completo, lo que satisfacía al joven hombre.
Luego Jenny se decidió. Se desplazó hacia su hijastra; montando sobre Brandon y le dio un sexy beso en el cuello a Pamela.
—¡¿Qué carajos...?! —exclamó Pamela, y volteó descubriendo a su madrastra—. ¡¿Pero qué... qué estás haciendo aquí?!
—Tranquila nena. Las dos podemos sacarle provecho ...
... a tu chico y va a ser muy rico —le dijo la mujer a sus espaldas y la acarició al mismo tiempo.
Jennifer continuó acariciando a Pamela y la besó en los labios de tal manera que aquella no puso negativa al sentir un goce más completo pues, su novio, le seguía dando placer oral ahí debajo. La sensación era más satisfactoria que antes.
Jennifer tomó del falo a Brandon que lo tenía detrás y lo pegó, tan erecto como estaba, al surco que separaba sus nalgas.
Era evidente que a partir de ahí no habría problema y aquello sería un trío de placer.
Lo siguiente fue que Pamela y Jenny cambiaron de lugar. La más joven montó a su novio quien la penetró con la excitación que le había provocado la otra, mientras que Jenny se retiró las prendas íntimas, quedando sólo vestida con sus medias negras, y así recibió lengua del novio de su hijastra. La mujer plena de embeleso acarició sus propios pechos a la vez que meneaba involuntaria y frenéticamente su pubis sobre el rostro de Brandon.
Pamela se sacaba y se metía el pene de su novio, montando con tanta o más enjundia que como lo había hecho con su cara. Viendo a ambas menear sus caderas de mujer parecía que por fin hacían las paces compartiendo hombre. Quién lo hubiera pensado, todo lo que necesitaban para mejorar su relación era un hombre de por medio. Aquello bien podría llamarse “montar la verga de la paz”, y más cuando Pamela le cedió su lugar a su madrastra para que Brandon, su novio, se la cogiera. Compartir ese apéndice de ...