1. Una noche diferente


    Fecha: 29/08/2024, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la tela.
    
    Te apoyas tensándote sobre la encimera y presionando tu clítoris contra el borde. Al hacerlo el resto del mono cae al suelo dejando tu culito desnudo presionar contra mi sexo duro. Es impresionante mirarte desde atrás gimiendo con los labios entreabiertos y moviéndote rítmicamente.
    
    Sin quitarte el sujetador paso un dedo por el borde del encaje recorriéndolo a la vez que acaricio tu piel y noto como tu respiración se entrecorta. Mueves las manos hacía atrás y desabrochas mi pantalón como puedes pero sin separarte. Este cae y maniobrando con soltura bajas mi ropa interior y liberas mi polla, está muy húmeda y caliente.
    
    Poco a poco abres un poco las piernas y dejas que se acomode entre las tuyas presionándola con tus labios inferiores. Noto mucho calor y como toca el mueble cuando te mueves contra la encimera, me gusta mucho. Estás controlando tu placer y buscando el mío.
    
    Yo sigo sin poder dejar de mirarte desde atrás en el espejo y una de mis manos libera los corchetes para dejar caer tu sujetador. No quiero quitártelo, quiero verlo suelto para dejar paso a mis manos, que se ...
    ... abren para abarcar tu pecho pero entero. Quiero tocarlos bien, amasarlos, sentir como son y encontrar el ritmo perfecto entre acariciarlos fuerte a la vez que deslizo mis dedos hacia delante pellizcando tus pezones.
    
    Y pasan los minutos y sin penetrarte la sensación de excitación va subiendo mientras nuestras caderas se sincronizan, tú te masturbas contra el mueble masturbándome a la vez a mi y mis manos te abarcan y provocan descargas mientras mi boca no puede dejar de lamerte, morderte y besar el cuello y la nuca.
    
    Te mueves sin pausa y escucho como tus gemidos cambian para anticipar el orgasmo, yo estoy a punto también e intento esperar un poco para hacerlo coincidir con el tuyo. Decido tensar mis glúteos para conseguir más fricción y potencia y sigo pellizcándote hasta que abres la boca comienzas a gemir alto gracias al orgasmo que te llega. El mío llega a la vez y apenas consigo tener los ojos abiertos para disfrutar del tuyo.
    
    Nos vaciamos abrazados, recuperamos la respiración yo sobre tu cuello y tu con la cabeza ladeada, con tus manos abrazando las mías ya tranquilas.
    
    Delicioso. 
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