Disfrutando a la gerente de Ventas y a una clienta
Fecha: 29/08/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
Es costumbre cuando vienen a la empresa de visita clientes del interior invitarlos a cenar, y normalmente va la Gte. de Ventas, Luciana, su esposo, si la persona viene con su pareja, y otro Gte. con su esposa. Si no, solo Luciana y otro Gte. Como normalmente eran bastantes insulsa, aburridas, con los otros Gtes. decidimos que haríamos una lista.
Luciana es una mujer de 37 años, muy inteligente, muy hábil para vender, y sabe usar su cuerpo para seducir a los clientes cuándo es necesario. A pesar de ser casada, no tiene pruritos. Es de altura promedio, de piel blanca, pelo negro y ojos verdes hermosos. Por si le faltara algo, tiene muy buen cuerpo, pechos de mediano tamaño pero firmes como pocos y un culo increíble.
- Garrote, ven un minuto por favor. Me dijo por el interno.
Ella me había puesto el apodo luego de una fiesta en una quinta con pileta, a la que fui con una sunga y mi miembro se notaba demasiado. A raíz de esa fiesta y mi sunga brasilera, dos días después estábamos revolcándonos en un hotel, teniendo un sexo genial y cada tanto nos encontrábamos para disfrutar.
- Para de llamarme Garrote porque alguien va a escuchar… Dije cuando cerré la puerta de su oficina.
- Perdoname, tenes toda la razón mi amor.
- Menos, ¿que te pasa hoy?
- Juan se fue de viaje hace una semana y estoy…
- Ufff. ¿Para que me llamaste?
- Cena, esta noche. Viene Leticia Giménez de Paraná.
- Ni idea… ¿Quién es?
- Una clienta tonto. Te toca en la lista.
- Por ...
... favor, decime que viene con el marido, pareja, algo.
- Nada, y solo sé que es una mina de mi edad. Otro dato no tengo. Nunca la traté porque es clienta de Lito y él está de vacaciones.
- Que mierda… Bueno, no hay problema. ¿Me pasas a buscar? Le pregunté.
- Dale, a las 21 estoy en tu casa. Ponete lindo y avisale a tu mujer que puede ser larga la cena…
- Lo imaginaba… dije sonriendo.
Fui a casa a ducharme, cambiarme y tomar un whisky antes de salir. A mi mujer no le extrañó para nada la cena, ya que sabía que era costumbre de la empresa y sobre todo porque cuando me pregunto si iba con el auto, le dije que me pasaba a buscar Luciana. Como la conoce (mujer casada, seria, responsable) no la tenía en su radar como posible “enemiga” como ella les decía a las mujeres que me podrían buscar para tener algo.
Cuando llegó Luciana, bajo del auto a saludar, estaba con una pollera sobre la rodilla, una camisa floreada y un saco haciendo juego con la pollera.
- Maneja vos Marcos. Me dijo mientras caminábamos hacia su auto alemán.
Viste, me acorde tu nombre. Dijo.
- Lindo sería que me llames Garrote o mi amor delante de mi mujer.
- Estás lindo, y ese perfume… me enloquece. Es el que te regalé.
- Me lo regaló un proveedor. Dije sonriendo.
- Ah… cierto. Dijo y empezó a pasar su mano sobre mi entrepierna.
Mmm, como extraño mi Garrote… me tenes abandonada desgraciado.
- Lu, estuvimos juntos hace dos semanas.
- Un siglo para mí… sabes como soy de caliente ...