1. No porque somos amigos. Pt. 3 (H28) (M24)


    Fecha: 31/08/2024, Categorías: Hetero Autor: thormento, Fuente: RelatosEróticos

    Me monté en ella, quedándome en bóxer y comencé a masajear su espalda y sus hombros. Unté un aceite y levantaba los tirantes de su bra para poder pasar mis manos por su espalda. Entre más presionaba su espalda, sus hombros y su cuello, comenzaba a jadear y respirar más fuerte. Empezó a mover su cadera que estaba aprisionada entre mis piernas, frotando mi verga por encima de su ropa. Yo seguía masajeándola pero me arrimaba mas y más en su culo tan carnoso y bien formado que decidí bajar mis manos y comenzar a masajearle las nalgas y acariciar por encima de la ropa su coñito.
    
    Comencé a sentir cómo se mojaba al mismo tiempo que empezaba a gemir. Me decía que no parara y que metiera mis dedos por debajo de su tanguita. Movía su mano por detrás de su espalda para buscar mi verga y apretarla.
    
    Cuando hundí mis dedos en su coño pude sentir cómo hervía y se humedecía más y más. Me dijo que, sin dejar de dedearla, acercara mi falo a su boca porque se le antojaba comérselo. Así lo hice, mientras maniobraba con mis dedos dentro de ella, su boca me devoraba con destreza. Usaba su lengua deliciosamente sin sacarse mi verga, encajaba un poco sus dientes y luego se la enterraba hasta la garganta. Sus gemidos se ahogaban con mi pito en su boca, hacía ruido con su saliva… yo estaba volviéndome loco.
    
    Dejé de dedearla y la tome por el cabello para cogerme su boquita como debía ser. Clavaba mi carne entre sus labios, la sacaba y recogía con mis dedos toda la saliva y fluido que emanaba ...
    ... de su boca para embarrarla en toda su cara.
    
    Chupó mis dedos que tenían ya impregnados sus fluidos y los míos y luego subió a besarme súper caliente, lamiéndome desesperadamente y pidiéndome que ya me la cogiera. Me lamía los labios y los mordía, me decía -ya cógeme, quiero que me metas la verga-.
    
    Le dije que tenía que pedírmelo llamándome “amigo”, un poco en venganza por todas las veces que me dijo que no íbamos a coger porque éramos amigos.
    
    -Cógeme ya amigo, métemela ya-. Suplicó.
    
    Saqué un condón de mi pantalón pero ella me lo arrebató y dijo -no amigo, cógeme así, tengo el dispositivo. Quiero sentirla natural-. Me puso más caliente escuchar eso.
    
    Se puso en cuatro y levantó esas nalgas tan ricas que tanto tiempo quise bombear. Intenté bajarle la tanga pero no me dejó, sino que hizo a un lado el hilo y me dijo -así, métela así-.
    
    Mi primer impulso fue lamerla y hundir mi cara probando todos sus jugos y pasando mi lengua por su entrada, su clitoris y su colita. Aunque le gustaba, me pedía que ya le metiera la verga y no espere más ya que me estaba reventando tanta calentura.
    
    La empalé riquísimo, nalgueándola, apretándola y hundiendo mi verga frenéticamente. La maltrataba en cada estocada, jalándole el cabello, siendo muy brusco.
    
    -Qué rico, no pares-. Gritaba y gemía.
    
    Le dije que me llamara “amigo” otra vez si quería que siguiera metiéndosela.
    
    -Qué rica verga amigo, dámela toda-. Me complació.
    
    Cambiamos de posición, me montó y se enterraba en mi ...
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