Romina, su sobrina y yo
Fecha: 03/09/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Frances y Romy, Fuente: CuentoRelatos
En las fiestas navideñas del 2019 decidimos pasarlas en Puerto Vallarta, como siempre invitamos a la familia de Romina a que nos acompañaran, por supuesto también nuestras hijas.
Nochebuena y Navidad nos la pasamos sumamente ocupados, llegaron cuñados, mi cuñada, 2 sobrinas (hijas de mi cuñada) todos con sus respectivas familias, excepto Lorena la sobrina de Romina que tiene un enorme parecido con ella, pareciera que ella volvió a nacer años después, ella llego sola, ya que es divorciada por tercera vez y su única hija vive con su ex marido.
Nuestra hija mayor llego sola con nuestros nietos, ya que su esposo tuvo que viajar por motivos de trabajo a los Estados Unidos y ella después de Navidad lo alcanzaría y pasarían el resto de las fiestas por allá.
La menor llego con mi nieto y su marido, estarían con nosotros hasta el día 30, ya que Nochebuena tenían que pasarla con su suegra.
No sabíamos cuando partirían los otros invitados, nosotros estaríamos unos cuantos días del nuevo año por allá, queríamos pasar unos días solos, salir de la rutina y respirar aire con olor a mar.
Se sucedieron los días y poco a poco todos fueron partiendo, faltaba poco para estar solos y disfrutar de nuestra intimidad. Solo restaba Lorena, nos preguntó si no teníamos problema en que se quedara unos días más, no tenía planes y le gustaba mucho Puerto Vallarta, accedimos muy forzados, confiando en que se aburriría pronto y decidiera marcharse.
Cuando estábamos solos no dejábamos ...
... de besarnos y acariciarnos, Lorena se la pasaba en la playa o se iba de paseo con recientes amigos.
No recordamos que día de la semana sucedió, después de almorzar nos fuimos a la alberca a reposar la comida mientras disfrutábamos del sol, estábamos solos.
Lorena nos habló la noche anterior para decirnos que no regresaría esa noche a casa, que nos veríamos al día siguiente.
Romina me pidió que le pusiera bronceador quería tomar el sol. Empecé por sus piernas, aplicando la crema hasta el último rincón de su piel, termine y le pedí que se diera vuelta, ahora inicie por la espalda, recorrí su preciosa espalda y me detuve en sus glúteos, le di un vigoroso masaje y no pude resistirme a abrirle las nalgas. Limpie mis manos del bronceador y sin que ella se diera cuenta tome un gel que teníamos en la mesita, me puse una generosa cantidad, yo estaba muy excitado así que con ambas manos abrí sus nalgas nuevamente y le metí el dedo índice, ella levanto la cadera para ayudarme, introduje otro y otro más, al poco tiempo su ano ya estaba dilatado, sin que yo se lo pidiera ella se levantó y me indico que me recostara en el camastro, me quito la bermuda y la trusa, me extendió sus brazos y se colocó de espaldas encima de mí, sin problema clave todo mi miembro en su interior. Abrió sus piernas y las flexiono de esta forma se podía mover con libertad disfrutando que estaba totalmente penetrada.
Yo sobaba sus pechos, su cintura y besaba su cuello, pude observar que tenía los ojos ...