Terapia femenina
Fecha: 04/09/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: johnsmith2347, Fuente: CuentoRelatos
... mayores sobresalían.
Comencé a tocar a Karen con mi mano de forma circular y a besarla por encima del traje de baño.
Sus jadeo poco a poco empezaron a convertirse en pequeños gemidos.
Mis besos se mezclaban con lamiditas que le hacía y el trajo de baño no tardo en humedecerse aún más y volverse aún más transparente.
En ese momento, el traje de baño ya se había convertido en un estorbo innecesario y lo desabroche dejando al descubierto su vulva y su ano de color rosa.
Karen puso sus manos en sus nalgas y yo comencé a besar y a lamer todo lo que estaba a mi disposición.
Fue así como mis labios conocieron el sabor de su dulce intimidad y el sonido de su excitación juvenil.
Los gemidos de Andrea eran cada vez más evidentes, difíciles de disimular y sus primeros gemidos agudos no tardaron en llegar mientras yo recorría toda su intimidad de arriba a abajo con mi lengua.
–Ah Andrea, nadie me había besado de esta forma! –Me decía entre gemidos mientras se tocaba los pezones
–¿Te gusta?
–Si, si… sigue haciéndolo ¡me encanta! –Exclamó
Cuando vi que Karen estaba a punto de llegar, tome su mano y la puse en su vulva para que siguiera tocándose por si sola. A fin de cuentas había venido a mi por ayuda y es lo que quería darle.
Su vulva estaba ya muy húmeda por lo que no le faltaba lubricación para meter sus dedos y así lo una y otra vez hasta que llegó a donde tanto deseaba.
Karen arqueo su espalda y comenzó a gemir de una forma muy intensa. ...
... Estaba comenzando a tener un orgasmo muy rico.
Finalmente se estaba viniendo ¡y de qué forma! Su cuerpo se estremecía mientras gemía, probablemente por varios microorgasmos a la vez seguido del orgasmo principal.
Karen comenzó a recuperar su respiración poco a poco aunque sus mejillas estaban un poco sonrojadas y sus pezones muy erectos.
–Pero, que pena, no pensé que fuéramos a hacer esto. –Me dijo que un poco avergonzada
–No tengas pena conmigo Karen. Como te decía es muy normal, todas las mujeres nos masturbamos pero no siempre podemos llegar al orgasmo.
Mientras le decía estas cosas tome su mano y la coloque sobre mi muslo.
–Nunca he besado a otra mujer de la forma en como lo acabas de hacer conmigo
Entonces me abrí de piernas y me desabroche el traje de baño.
–¿Te gustaría tener tu primera experiencia de este tipo conmigo?
–Si, la verdad es que si, si quiero –Me dijo con una sonrisa
Karen se acercó a mi intimidad, despacio, como explorando territorio desconocido.
–Te necesito Karen, ¡hazme tuya! –Le suplique
Karen comenzó a darme pequeños besos sobre mi vulva, que poco a poco se volvieron mas prolongados, acompañados con pequeñas lamiditas que me hacía a lo largo de mi vagina, deteniéndose por momentos en mi clítoris.
Aquella hermosa chica que había entrado en mi consultorio me estaban llenando de demasiado placer, pues estaba comiendo mi vulva como si quisiera extraer todo el jugo de una fruta dulce y viscosa.
Sentía tan rico que ...