El encuentro con M
Fecha: 11/09/2024,
Categorías:
Hetero
Autor: RAL80, Fuente: CuentoRelatos
Conocí a una mujer a través de redes sociales. Me pareció agradable, atractiva y muy interesante. Llevábamos un par de semanas chateando y ella me había propuesto quedar. Yo no lo tenía muy claro, pero después de un par de fotos, bastante sugerentes, accedí.
Nos habíamos citado en una cafetería de las afueras, que yo creía, bastante discreta. Estaba muy nervioso y miraba hacia todas partes buscando a alguien que me pudiera reconocer pero gracias a dios no fue así. Cuando llegué ella ya estaba allí. Me fije bien en que ninguna cara me resultara familiar y siendo así me acerque hasta la mesa donde me esperaba. Nos dimos dos besos pero confieso que me quedé con las ganas de posar mis labios sobre los suyos y probar el néctar de su boca. Por unos instantes me quedé mirándola, y no era una diosa pero con mis ojos se la veía muy bonita. Llevaba una blusa blanca tan fina que se apreciaba el dibujo del sujetador de encaje. Luego una falda, también blanca, corta y amplia, que seguro se podría levantar fácilmente. Las piernas vestidas con unas medias blancas que le daban un aspecto sedoso y unos zapatos de tacón que alzaban su culito. Sencilla y discreta pero acaparando toda mi atención.
Nos sentamos en un sofá y, desapercibido, yo me iba acercando a ella poco a poco. Ella sonreía, la conversación era fluida y ambos nos sentíamos muy cómodos, hasta que posé mi mano sobre su rodilla y vi como se le cortaba la respiración. No dijo nada pero vi el vello de su piel erizado. Ella se ...
... movía temblorosa y no parecía tener muy claros sus deseos. Mientras yo le decía una y otra vez lo bonita que era, la regalaba besos en la mejilla y mis dedos acariciaban su pierna llegando hasta el interior de su muslo provocando así que de su boca escapara un suspiro tras otro. Se la veía muy nerviosa y se giraba poniéndome ojitos pero no yo no alcanzaba a besar sus labios antes de que su mirada volviera hacia él suelo. De repente se levantó y sin decir nada se fue al baño.
Yo pensé que había sido muy directo y por tanto había metido la pata. Aproveché su ausencia para ir a lavarme la cara y ver si así me aclaraba, pues mi mente era un tornado de pensamientos que no conseguía aclarar, pero al salir todo se nubló de nuevo. Me encontré de frente con ella y se quedó mirándome a los ojos. Yo ya no me pude aguantar y le planté un beso en los labios, luego otro y así hasta hacernos una maraña de brazos. Poco a poco la fui llevando al baño de caballeros y ya dentro empecé a meter mi mano bajo su falda mientras mis dedos se regocijaban con el tacto de su culo. La ayudé a sentarse en el lavabo y mientras intentaba quitarle las bragas ella se abrió la blusa mostrando así una delantera imponente. Yo me volví loco y desabroche el sujetador para llenar mi boca con sus pezones mientras acariciaba aquellos pechos tan firmes. El sudor manaba de su piel pero mis deseos eran demasiado fuertes para arruinar el momento por un detalle tan pequeño. De repente alguien intentó abrir la puerta y ...