1. Un trabajo en la costa


    Fecha: 13/09/2024, Categorías: Sexo con Maduras Autor: zaphyre, Fuente: RelatosEróticos

    ... rostro de Marta desapareció instantáneamente. ─ Ah no, de eso ni hablar ─ exclamó con firmeza ─. Son muchas horas dando bandazos en moto, y ya sabes cómo van esos repartidores, intentando cumplir con los repartos a toda prisa.
    
    Marcos suplicó con sinceridad: ─ Vamos, mamá, ya sabes que soy prudente, y es la única opción que tengo por ahora. Prometo seguir buscando, y si sale algo mejor, lo dejo sin problema.
    
    Marta dudó en silencio, aunque sabía que su hijo ya era mayor de edad y estas decisiones eran de esperar. ─ Está bien, pero deberás cumplir tu palabra y seguir buscando ─ acordó finalmente. ─ Anda, ven, dame un abrazo.
    
    Marcos saltó hacia los brazos de su madre, aliviado por la comprensión que encontró en ella.
    
    Más tarde, durante la cena, Marcos compartió la buena noticia con el resto de la familia. Todos se alegraron por él, aunque como siempre, Marta no pudo evitar burlarse de su hijo cariñosamente.
    
    ─ ¡Bueno, mi valiente repartidor! Espero que puedas repartir las pizzas sin derramarlas por el camino ─ bromeó Marta, provocando risas en la mesa.
    
    Marcos rio también, sintiéndose agradecido por el apoyo de su familia. Aunque su trabajo como repartidor no era el sueño ideal, sabía que debía empezar en alguna parte. Con el respaldo de su madre y el compromiso de seguir buscando oportunidades mejores, estaba listo para enfrentar cualquier desafío.
    
    A la mañana siguiente, Marta se encontraba trabajando en la farmacia, pero le costaba concentrarse en sus ...
    ... tareas habituales. La preocupación por Marcos trabajando como repartidor todo el verano la tenía inquieta y pensativa.
    
    En ese momento, apareció Carmen, bastante animada como siempre, pero al notar el semblante preocupado de Marta, se acercó a ella con preocupación. ─ ¿Pasa algo, Marta? ─ preguntó Carmen con cariño.
    
    Marta suspiró y le contó sobre el trabajo de Marcos como repartidor y lo inquieta que se sentía al respecto. Le preocupaba que fuera peligroso para él.
    
    La sonrisa de Carmen se hizo aún más grande al escuchar la preocupación de Marta. ─ Pues alegra esa cara, porque tengo buenas noticias para ti ─ dijo con entusiasmo.
    
    Marta miró con curiosidad a Carmen, intrigada por lo que estaba por decir.
    
    Carmen continuó emocionada: ─ Le he encontrado un trabajo mejor a Marcos. Será de mantenimiento en una urbanización en la costa, justo donde mis padres tienen el chalet. ¡Es perfecto! Así puede trabajar y disfrutar del verano en la playa al mismo tiempo. Se puede quedar allí conmigo en el chalet sin problemas el tiempo que quiera.
    
    Marta no pudo contener su emoción y abrazó a Carmen agradecida. ─ ¡Gracias, gracias! No sabes cuánto significa esto para nosotros ─ repetía con gratitud.
    
    Carmen separó el abrazo y señaló una condición para el trabajo. ─ Solo hay una condición ─ dijo con una sonrisa picarona ─, el chalet lleva casi un año sin ser visitado, así que Marcos deberá ayudarme a adecentarlo.
    
    Marta asintió con entusiasmo. ─ Por supuesto, lo hará encantado ─ ...