1. Con-cierto inesperado


    Fecha: 14/09/2024, Categorías: Confesiones Autor: maria grinder, Fuente: CuentoRelatos

    ... para, verlos mejor. Con el jaleo, el chico que tenía detrás, me rozó, el trasero con sus partes, un par de veces. Antes de volverme, a decirle algo.
    
    Se acercó a mi oído y me dijo con voz entrecortada.
    
    -Perdona.
    
    Me pareció que él también estaba un poco apurado. Yo hice un gesto como de:
    
    L: Vale no pasa nada.
    
    -Apurado, apurado, pero bien me la has restregado-
    
    No pasaron ni diez minutos y empezó a sonar “maquillaje”. Otro movimiento de gente, intentando mirar y bailando, ya tenía al chico de atrás pegado a mi culo.
    
    Notaba su miembro, como una “nuez” entre mis glúteos y me dio, como un subidón. Antes de reaccionar se volvió a acercar a mi oído y me dijo
    
    -Lo siento no me puedo mover.
    
    Me quede paralizada no sabía qué hacer.
    
    Tampoco podía empujarle para quitármelo de encima, me lo estaba pasando de lujo, y tampoco me quería enfadar.
    
    L: Tranquilo, le conteste
    
    El concierto estaba a tope, como una lata de sardinas, y todos: ¡sombra aquíi sombra alláa, maquiiíllate, maquiiíllate! Un revuelo de gente, exagerado. Pero… me lo estaba pasando de lujo. Claro, tanto saltito, el bailoteo y tanto roce.
    
    Empecé a notar ese miembro que tenía pegado a mi glúteo, se iba endureciendo. A mí, me dio una sensación de cosquilleo, que se me pusieron todos los pelos de punta.
    
    Cada vez, estaba más cortada, pero más contenta. Rodeada de gente, sin poder moverme y con esa, nuez entre los cachetes de mi culo. No sabía qué hacer, sin parar de hacer palmas, porque era ...
    ... lo único que podía mover.
    
    Me quede, paralizada, con el escalofrío en el cuerpo, sentía su respiración en mi espalda. El pobre, muchacho de atrás, suavemente, con sus labios pegados a mi oído.
    
    Me dice:
    
    –Que hago, no me puedo mover?
    
    Era una situación incómoda, pero tampoco me disgustaba, y a su pregunta de qué hago, le contesté:
    
    L: Nada
    
    -No me puedo mover. Pero que bien, has colocado la nuez- jajaja
    
    Pensé, que era mejor así, él tampoco podía moverse y a mí me empezaba a gustar esos bailecitos con los cachetes “rellenitos”.
    
    La “nuez”, como que, estiraba. Estaba mutado a “zanahoria”
    
    Me humedecía, por momentos. Sentía sus latidos, en mis glúteos, según iba creciendo. La cara, la tenía roja, como un tomate y la “humedad” creciendo.
    
    Allí seguíamos, todos disfrutando del concierto. Eufóricos y gritando, “hawaai bonbaay es un paraiiso”.
    
    - Estaba más a gusto, que en brazos.
    
    Con ese miembro rozando, para arriba para abajo a un lado a otro. Mis partes pasaron de húmedas a mojadas y los pezones se iban poniendo duritos. Como a él, cada vez mas…
    
    Cada rato que pasaba, la tenía más grande y más dura. No pude evitar poner la mano al revés en mi culo, para tocarle el paquete.
    
    Llevaba un buen rato notándolo, como se iba poniendo durita, con sus latidos y creciendo, quería saber si era de verdad.
    
    No me pude resistir. Le toqué, el paquete, y sí era de verdad. Lo cierto es que me gustó, se lo sobé de arriba abajo y de abajo arriba.
    
    -Le acaricié el ...
«1234...8»