Mistress (Parte 1)
Fecha: 25/10/2018,
Categorías:
Grandes Series,
Autor: Snow, Fuente: CuentoRelatos
Estaba haciendo una colecta de dinero para apoyar al hospital. Iba a las casas y me ofrecía a hacer trabajos como limpiar la casa, cortar el césped etc., todo a cambio de dinero para la colecta.
Llegué a la casa 76-A que está al final de la cuadra. Toqué a la puerta y me recibió una mujer de unos 57 años, le hablé de la colecta y me invitó a pasar.
Ella era pelirroja, de piel blanca y ojos ámbar, estaba en buena forma y tenía unos pechos enormes y su trasero era perfecto.
-Espera querida, creo que tengo un trabajo para ti
Subió a su habitación y después de unos 10 minutos me llamó:
-Sube querida… date prisa, no me hagas esperar.
Subí las escaleras muy despacio, giré a la izquierda y al fondo vi una puerta entreabierta; entré a la habitación que estaba oscura y la puerta se cerró tras de mí. Las luces se fueron encendiendo poco a poco revelando las dimensiones de la habitación, por fuera parecía pequeña pero por dentro era enorme.
Las últimas luces en encender delataron la figura de aquella mujer, tenía puesta una bata de seda color negro.
-¿Qué es todo esto?
-Mi guarida, querida
-Creo que me tengo que ir…
-Mmm… me temo que no puedo dejar que eso ocurra. Quédate y te lo pasarás muy bien, sino… igualmente te obligare a hacerlo
Estaba muy confundida y asustada, no sabía qué pretendía esa mujer. Antes de poder pensar en la respuesta ella se quitó la bata. Llevaba un sujetador de cuero y una tanga del mismo material; tenía unas medias de red ...
... negras sujetadas por un liguero y usaba unos tacones altos que estaban adornados por unos estoperoles puntiagudos.
Yo solo quería salir de ahí tan rápido como me fuera posible, me di la vuelta y trate de abrir la puerta pero estaba totalmente sellada. Oí un golpe tras de mí; ella sostenía una fusta y la azotó contra la pared para llamar mi atención.
-Me temo que solo yo puedo abrir; entre más cooperes, más rápido te vas.
Se acercó a mí muy despacio, tomó su fusta y recorrió mi espalda con ella.
-Desnúdate querida.
-¿Qué?! Por supuesto que no-No había terminado de decir esto cuando su fusta golpeó mi trasero.
-Te digo que te desnudes
Obedecí, me quité la blusa y los jeans; las lágrimas salían de mis ojos.
-Déjate la ropa interior un momento…
Una vez más me recorrió con su fusta, tomo es mango de esta y lo frotó contra mi vagina sobre la tanga que yo llevaba.
-Siéntate en aquel sofá rojo
Aquel sofá era erótico, igual que todo el mobiliario de la habitación y me parece que de toda la casa en general.
Me acosté boca abajo en el sofá, sus curvas se ajustaban a mi cuerpo. La mujer tomó unas cuerdas para bonge, me ató las manos con ellas y las colocó de una manera bastante agradable sobre mis pechos.
-Arrodíllate-Me puso una mordaza antes de empezar
Caminó alrededor de mí, el sonido de sus tacones me ponía nerviosa.
Me dio en primer golpe en la parte superior del trasero, quise gritar lo más fuerte que pude pero la mordaza no me lo permitía. ...