En la posada - Relatos Eróticos

En la posada

Me fui a la posada de mis padres por vacaciones, acababa de terminar bachillerato y pasar una temporada en la playa con mis padres, que habían montado una posada era algo que necesitaba.

Una tarde me acosté a tomar una siesta y al despertar miré por la ventana, donde vi a Raul, nuestro utility en la posada, bañandose totalmente desnudo en el jardín detrás de la posada. Era virgen, nunca había visto a un hombre desnudo, pero había escuchado los relatos de mis amigas y sus experiencias, y había aprendido a masturbarme.

Raul era un negro espléndido. Medía como 1.90 de altura, delgado pero musculoso, su piel era oscura y tersa, y su sexo enorme. Mientras se bañaba lo miré a hurtadillas y me masturbé teniendo un orgasmo increible. Desde ese día lo espié y me masturbé mirándolo. Me obsesioné con el, y el notó que lo miraba. Empezó a coquetearme y yo a el. Después de una semana estaba decidida a perder mi virginidad con el. Era sábado y terminaba sus labores a mediodía. Lo vi pasar frente a la entrada de las habitaciones y lo llamé. Me tapaba con una toalla. El se acercó y lo hice pasar a mi habitación cerrando la puerta, me quité la toalla y quedé desnuda diciendole: Tengo una gotera en la ducha que no me deja dormir, y entré al baño. El me siguió, al voltarme miraba mi trasero y vi su sexo erecto debajo de sus pantalones. Me tomó el rostro y me beso con deseo. Correspondí a sus besos y pronto estábamos en mi cama. Le dije a Raul sobre ...

... mi virginidad y cuanto lo deseaba. Se desvistió sin dejar de acariciarme. Me dio 2 intensos orgasmos con su boca y sus dedos, luego se montó sobre mi y me hizo su mujer. Raul fue muy tierno y copulamos 2 veces sin separarnos, luego me llevó a la ducha donde nos acariciamos largamente. Allí probé por primera vez el sabor del semen de un hombre.

Raul no se conformó con eso, empezó a trabajar mi ano y me poseyó por detrás, desvirgandome totalmente esa tarde, luego volvió a poseerme 2 veces más.

Quedamos en vernos la mañana siguiente en la playa. Ese día me llevó a una playa escondida donde nos amamos con lujuria varias veces. Me enamoré de Raul a pesar que me llevava más de 12 años, convirtiendome en su hembra. Quedé embarazada de el pero tuve un aborto espontaneo, y empezamos a cuidarnos. Por seis meses fui su hembra cada noche y al empezar la Universidad volvía con el cada fin de semana, pero llegaba a su casa.

Allí me convenció de tener sexo con otros hombres, todos negros, quienes estaban felices de gozarse a la putita rubia de Raul. A pesar de ser bastante depravado sexualmente, Raul era es muy amoroso y tierno conmigo, además me satisface plenamente.

Al graduarme nos casamos y mis padres no han entendido como una linda y rubia profesional se convirtió en la esposa de un pescador inculto, lo que no imaginan es que fue el hombre que elegí para perder mi virginidad, y quien me ha hecho disfrutar el sexo en todas sus facetas.