El Spartacus en Puerto Vallarta
Fecha: 28/09/2024,
Categorías:
Gays
Autor: Leonardo484, Fuente: CuentoRelatos
... dirigía se forma rítmica poniendo mi mano en su cabeza y embistiéndolo por su boca.
Yo lo acosté y me dispuse a disfrutar de su cuerpo hermoso, pase mi lengua por su cuello, sus axilas y baje por su manjar, su verga y huevos sabían a macho yo besaba sus muslos y levantaba sus piernas para alcanzar su culito cerrado con mi lengua. Entre tanta cogedera, Ken me dijo que en el Spartacus no pudo hacer nada, que puro señor feo se lo quería coger y salió decepcionado por eso andaba algo cortante cuando lo vi, pero que nada más por eso había valido la pena.
Recuerdo haber hecho un 69 delicioso con mi joven amante, yo lo tenía encima de mi sus piernas a los lados de mi cara y mientras le mamaba la verga y sus huevos descansaban sobre mi nariz, desde ahí podía divisar su culito cerrado que ya ansiaba poseer y que acariciaba con mis dedos
Después de un rato en que nos besábamos y felabamos apasionadamente, le dije a Ken que me lo quería coger por el culo. Él sonrió y me dijo que ya me había tardado. Se puso en cuatro dejando expuesto su hermoso ano rosado, depilado y no pude aguantar las ganas de lamerlo desde los huevotes que le colgaban hasta su agujero, metía mi nariz entre sus nalgas, yo estaba muy excitado.
Le puse lubricante y coloqué la punta de la verga en su culo y poco a poco lo comencé a penetrar, Ken gritaba de dolor y placer, y de chingazo se la metí hasta los huevos, poco a poco ...
... me movía cada vez más rápido, yo lo tomaba de las caderas y prácticamente lo cargaba y controlaba los movimientos de va y ven.
Yo le dije a Kenneth que lo iba hacer terminar sin tocarlo y le daba con todo y cuando sentía que me iba a correr, me detenía, hasta que en una de esas mi buen amigo termino con tremendas expulsiones de semen que yo degusté, le saqué la verga y me puse a lamer el semen que podía encontrar sobre la cama y él había en su verga.
El después me siguió mamando como becerro hambriento hasta que me hizo terminar en su cara y boca. Una hora después venía la segunda ronda, recuerdo la imagen en qué yo lo tenía con las piernas a los hombros penetrándolo y viendo su cara roja congestionada y esos ojitos verdes que se pronto se ponían blancos de puro placer y eso me excitaba más y más hasta que lo comencé a masturbar mientras lo penetraba terminando los dos al unísono en tremendo orgasmo.
Fue una noche fantástica, nos bañamos juntos, dormimos juntos abrazados, y por la mañana fuimos cogimos de nuevo delicioso como recién casados en su luna de miel y después a desayunar, terminando el desayuno fuimos de paseo a las islas Marietas, la pasamos genial, por la tarde nos despedimos y nos pasamos nuestros contactos, estuvimos algún tiempo mensajeando recordando lo vivido hasta que le perdí la pista a mi guapo amigo íntimo.
Hoy solo quedan los recuerdos de aquellos candentes días.