1. Sexo con el diablo


    Fecha: 06/10/2024, Categorías: Masturbación Autor: carogonza80, Fuente: CuentoRelatos

    ... pelvis contra mi, moviéndose sensual y delicadamente como la música lo sugería.
    
    Sentí como su entrepierna se abultaba, crecía con el roce de los cuerpos, eso me excitó de sobremanera.
    
    Tome sus manos entre las mías, sin dejar de movernos y lleve una de ellas debajo de mi short.
    
    -El baile me excito -le dije.- Mira -y moje su dedo con mi excitación.
    
    En ese instante su pene reaccionó, lo sentí apoyado sobre mi culo.
    
    -Seguí, tócame más -le susurré.
    
    Con su dedo índice tocaba mi clítoris y con el resto de sus dedos jugaban con mi vagina empapada.
    
    Al compás de la bachata, pegamos nuestros cuerpos y sus manos entre mis piernas me llevaron al éxtasis, gemí casi en silencio el orgasmo alcanzado.
    
    Y bailamos hasta la madrugada, y nos dimos placer.
    
    En la mañana siguiente, durante el desayuno nos informaron que el Carnaval Jujeño, evento al que no podíamos faltar por ser el más importante de la provincia, comenzaba en unas horas y hasta allí nos dirigimos.
    
    Después de unos 45 minutos de viaje, la muchedumbre se hizo presente en nuestro camino, y pudimos observar largas filas de cientos de personas con atuendos coloridos y brillantes, gorros, ponchos y hasta “los cuernos del diablo” dirigiéndose hacia el lugar de la celebración.
    
    Al descender del vehículo dos organizadores nos entregaron algunos de estos accesorios para unirnos a la fiesta.
    
    Rápidamente comenzamos a bailar y saltar entre la multitud.
    
    En el carnaval, la gente baila mientras recorre ...
    ... las pequeñas calles del pueblo, en una mezcla de bailes, gritos, trajes coloridos, música, etnias y nacionalidades convirtiendo el evento en una gran fiesta.
    
    Gustavo aprovechó el tumulto para tomarme de la mano y perdernos entre la gente, lejos de nuestros conocidos, perdidos entre los turistas, tomó mis caderas por detrás, como la noche anterior y apoyó su cuerpo contra el mío.
    
    Y nuevamente sentí su erección contra mis nalgas, sujeté sus manos y moví mi culo en respuesta.
    
    La excitación de la noche anterior continuaba y el anonimato que los trajes y la multitud nos permitió el juego sexual.
    
    Al llegar al cruce de dos calles, nos encontramos debajo de un puente, el lugar estaba oscuro y repleto de personas, era el escenario perfecto para tener sexo sin ser vistos.
    
    Gustavo metió sus dedos debajo de mi ropa, como la noche anterior, y comenzó a masturbarme.
    
    Yo estaba excitadísima, muy caliente, su dedo entró en mi vagina y mi humedad inundó su mano, sentía como su pene se endurecía contra mi culo, queriendo entrar.
    
    Nos recostamos contra el muro, abrió el cierre de su pantalón, corrió mi short para un lado y me penetró, fuerte, contra el muro y nos cogimos. Nuestros cuerpos se movían, gozaban y estallaban de placer y entre la multitud se contraían y se relajaban de éxtasis.
    
    Nuestros gemidos se transformaron en gritos. Cogimos fuerte, muy fuerte, y continuamos bailando entre la gente, con mi sombrero colorido, sus cuernos de diablo y un tremendo sexo entre ...