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Dos nalgas, un pene...
Fecha: 15/10/2024, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... falta de aliento dije: -Casi me arrancas la lengua Yaque...quiero decir...profesora- mientras miraba su rostro. -Si, lo sé, es que los besos para mí son muy ricos- Dijo exitada. -Se está haciendo tarde...Creo que tengo que...- -¿Te conformas con eso?-me preguntó -¿Con qué...?- Dije extrañado -Con un...besito- me dijo mientras se sacaba su ropa. Tragué saliva nervioso, no me quedó más opción que hacerlo con ella, estaba nervioso pero a la vez victorioso, cumpliría mi más deseado sueño. Estaba parado frente a ella, en una oficina pequeña -¿Lo haríamos aquí?- pensé. Yakeline se acercó, me saqué el pantalón y se agachó hacia mi miembro, entonces, me lo empezó a chupar. -Mmmmmm- gemía mientras sostenía el pene en su mano. Al ver este acto, me sentí el hombre más afortunado del mundo, Yakeline lo chupaba muy bien y hacía sentir un placer total. -¡Qué grande!- dijo mientras yo miraba su exhuberante cuerpo arrodillado. Al oír las siguientes palabras no quedó más opción que reírme. Yakeline lo siguió chupando por 5 minutos. Al cabo de ese tiempo ya estaba con ganas de cojerla. -Ahhh, genial. Profesora...¿Quiere cojer conmigo? Ella me miró, se paró, y se apoyó sus manos en un sillón que había en la oficina, mientras me mostraba su gran trasero. Me acerqué a ella, y agarré sus nalgas con mis manos, entonces abrí sus nalgas y aproveché a meter mi pene en su ano. -¡Ahhh que rico!- gritó Yakeline. -Oye, no grites, nos pueden descubrir- ...
... dije un poco asustado. -Si amor-dijo ella, me sentí un poco extraño al oír "amor", pero el sexo no se puede desaprovechar. Procedí a meter el pene en medio de sus dos nalgas (ano) repetidas veces, Yakeline empezaba a gemir moderadamente debido a que no queríamos que nos descubrieran. El sonido de nuestras pieles chocar hacía que el sexo sea más placentero aún. -Ian. ¿Hay alguna forma de que hagas placentero el momento?-Dijo mientras nuestros cuerpos se movían repetitivamente. -Espera... ¿Me estás criticando?- Dije un poco extrañado. -No..No...Sólo quiero que le des lo merecido a una mujer. Al escuchar esto me convertí en una bestia, empezé a meterselo mientras me sostenía de sus senos y los movía varias veces. El sonido de las pieles era mayor, pero el hecho de que nos descubrieran ya no importaba. Yakeline parecía más complacida, de repente, empezó a sacudir sus nalgas, haciendo que mi pene se excite más. Al sentir esto exclamé: -¡Yakeline! Creo que si sigues así, me voy a correr más rápido- -No me importa bebé, el placer es lo importante- me respondió ella Después de un rato Yakeline dejó de sacudir sus nalgas, pero eso no era pretexto para seguir cojiéndola. Ella volteó su cabeza hacia mi y sobó mi pecho. -¡Eres genial Ian!-me dijo mientras me miraba. Yo, ya cansado de tanto cojer, la miré y me detuve, diciendo: -Espero que esté lista para el postre profesora- -¡Sí que lo estaré!- Yakeline se arrodilló frente mío mientras yo me ...