1. Día 1 de humillación en el hotel


    Fecha: 15/10/2024, Categorías: Fetichismo Autor: SphEnSpanish, Fuente: CuentoRelatos

    Estaba trabajando cuando mi novia me llamó para contarme que se ganó un fin de semana en un hotel spa más un acompañante. Su empresa premió a su sucursal con boletos para todos. Me pidió que la acompañara, ya que creyó que sería una bonita experiencia para vivir en pareja. Aunque me interesó su propuesta, me llamó la atención debido a que el hotel era famoso y solo atendía mujeres. Ella me dijo que planeaban empezar a atender a hombres y mujeres. Además, ya había preguntado y le dijeron que no habría problemas, incluso le ofrecieron servicios especiales para hombres si ella lo deseaba para mi.
    
    Esto me sorprendió, pero decidí no ahondar mucho. Las paredes tenían oídos. Una vez colgué, mi jefa se acercó ¿Ya terminaste de hablar, pilincito? Preguntó. Ese era el humillante apodo que me había puesto mi novia. Mi jefa una vez escucho el apodo en una conversación que tuve con mi novia al tratar un tema igual de humillante y que también repetía constantemente para avergonzarme. Estábamos en una farmacia preguntando si el viagra tenía efectos secundarios y si podía ayudar también a la eyaculación precoz. No nos dimos cuenta que mi jefa estaba en la misma farmacia, y solo la notamos cuando nos respondió que podía causar dolores de cabeza y que no ayudaba a la eyaculación precoz. Ahora no perdía oportunidad para avergonzarme frente a mis compañeras de oficina. Jamás dijo nada de lo ocurrido, pero sus indirectas eran claras para mí. Esto fue hace una larga semana y me motivaba mucho ...
    ... a relajarme un fin de semana en el spa.
    
    Llegado el viernes, fuimos apenas salimos del trabajo. Ambos estábamos estresados y en lo personal, estaba feliz de no tener que ver a mi jefa en un largo tiempo. Con mi novia nos conocimos a los 19, ahora teníamos 25 y desde los 22 que no salíamos de la ciudad. Conducimos hasta el hotel que quedaba en las afueras de la ciudad, cerca del campo. cuando llegamos una jovencita me pidió las llaves de mi auto para estacionarlo y otra me ayudó con mis maletas. Llegamos al vestíbulo donde la recepcionista. Ella era una mujer de unos 35 años, cabello negro y largo, con unos lentes delgados y de contextura delgada. Pidió nuestros nombres y nos dio los detalles de nuestra estadía. Fue ahí donde me revelaron que no solo fue una atención por parte del hotel recibirme, sino que también sería una prueba. Estaban planeando ampliar su público a futuro y sería su conejillo de indias. Me dijeron que era el único hombre que se presentó y me di cuenta que no había ningún hombre a la vista en ningún lado. Dije que me sentía honrado. Podían contar conmigo en lo que necesitaran. La recepcionista sonrió y dijo que no habría problema si sabía comportarme.
    
    Nos explicó que el hotel tenía una política bastante libre respecto al uso de ropa. Se le avisó a la clientela que iban a traer hombres esta semana para hacer unas pruebas respecto al funcionamiento del local. Por lo que era posible que, si yo lo deseara, anduviera desnudo por donde quisiera una vez me ...
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