1. Mi tía, mi tío, mi primita y yo (Parte 2)


    Fecha: 17/10/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Desde aquella vez, con ese nivel ya desbloqueado, nos hicimos varias pajas escuchando, al menos tres o cuatro, y después, durante el día o en la pieza a la noche,
    
    hablábamos
    
    de nuestras pajas, nos
    
    contábamos
    
    que habíamos sentido, como había sido acabar. Una de esas noches nos
    
    estábamos
    
    contando y empezamos a escuchar ruidos.
    
    Ya veníamos calientes por lo que
    
    estábamos
    
    hablando, así que al escuchar los sonidos de la pieza de los tíos nos pusimos cada uno en su puesto, listos para una nueva paja.
    
    Estuvimos así un ratito. Los gemidos y exclamaciones de la pieza de al lado no levantaban intensidad, se escuchaban pero no muy fuerte. “Te molesta si me acuesto en tu cama? Así puedo escuchar” me dijo Mica. Mi cama estaba del lado de la pared que daba a la otra pieza, la de ella estaba del lado opuesto.
    
    “
    
    No, vení
    
    ” le dije, un poco atragantado por la excitación. La vi hacer el movimiento de subirse el pijama y la bombacha, salir de un salto de abajo de las sábanas, y meterse abajo de las mías, bien pegada a mi, ya que era una cama de una plaza. Ahí inmediatamente sentí como se volvía a bajar el pantalón y la bombacha, y sentía su codo rasparse contra mi torso en sus movimientos masturbatorios. A mi, tapado así con la sábana, ya la pija me estaba rozando demasiado y un poco se me estaba irritando.
    
    Ella se ve que se dio cuenta, porque me dijo “ay, te debe re molestar el pito con la sábana. Destapate, yo no miro”. Yo me quedé duro, me daba ...
    ... bastante vergüenza quedar con la pija al aire, y no hice nada. “Dale boludin, destapate y pajeate cómodo” me dijo ella, y tiró de la sábana dejando mi pija al aire.
    
    Yo seguía quieto, como que no me animaba a arrancar de nuevo. “Ay, yo no te miro” dijo ella. “O mejor, me destapo yo también”, y terminó de correr la sábana.
    
    De reojo alcancé a ver como el
    
    pantalón
    
    le quedaba apenas por encima delas rodillas, y la bombacha medio enrollada, bajada a la altura delos muslos.
    
    Del otro lado los gemidos y las chanchadas estaban levantando vuelo, ya se escuchaban los ruidos tipo aplauso y algunas cosas como cogeme toda la conchita papi, si mi putita, cosas así que nos hacían
    
    reír
    
    pero también nos calentaban mal. Y así fue creciendo el ritmo de ellos, y nos dimos cuenta de que ya se venía el final. Noté que Mica aceleraba su manito sobre la concha y respiraba pesado, soltando algún gemidito. Yo estaba aguantando para no acabar.
    
    Del otro lado ya estaban ahí, la tía empezó a gemir y a pedir la leche y ya fue demasiado, Mica aceleró aún más, y yo me di cuenta de que ya no podía más y paré. Mica se dio cuenta y sin dejar de masturbarse me susurró “que pasa?”. “No tengo un papel ni nada” le dije. Ella ya estaba a punto del orgasmo,
    
    y sin dejar de masturbarse con una mano, con la otra se sacó la bombacha y me la dió. Yo me quedé desconcertado, con su bombacha en la mano y obviamente la mente y la pija prendidas fuego, pero sin entender.
    
    Ella, que
    
    ya estaba empezando a ...
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