Le fui infiel a mi novio con un actor porno en un bus (3)
Fecha: 27/10/2024,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Martina Paz, Fuente: CuentoRelatos
... inmediato buscó mis tetas. Las chupó por varios minutos con intensidad, nada delicado, y me encantó. Me sentía muy pequeña siendo acunada por sus brazos fuertes, haciendo que el morbo me encendiera aún más.
Sin esperar indicación alguna, me puse de pie, le di la espalda y me senté sobre su pija. Mirando directamente a la cámara, comencé a moverme lentamente, haciendo círculos y frotando mi concha contra esa pija que parecía una espada decidida a destruirme. El deseo fue mucho más fuerte y no pasó demasiado tiempo hasta que sentí la necesidad de comerme esa delicia con mi concha. Ubiqué su cabeza en la entrada, y bajé despacito, sintiendo como toda la concha se me iba llenando de un calor eléctrico y vibrante. Estaba demasiado caliente, por lo que mis movimientos fueron bravos y descontrolados desde la primera sentada. Sus manos me tomaban con fuerza de la cintura, como dos bloques de cemento que me mantenían unida a él para siempre. Y me encantaba que así sea. Sentía que por nada del mundo quería vivir sin esa hermosa pija adentro mío.
Luego de un rato en esa hermosa posición, giré, dándole la espalda a la cámara, y me senté sobre él, mirándolo fijamente a los ojos. Seguí cabalgándolo, mientras él me rodeaba con sus brazos y yo lo rodeaba con mis piernas, dándole de comer mis tetas. Sentí como su pija parecía inflarse, tomando un tamaño que podría haberme destruido por dentro. De inmediato, una ráfaga caliente de leche me bañó la concha entera, desbordando y ...
... saliéndose por el poco espacio libre que había. Eso me incentivo a acelerar mi cabalgata, forzándome a acabar cuanto antes para mezclar esa leche caliente con mis jugos. El orgasmo llegó un par de minutos después, convirtiendo a mi concha en un hermoso volcán en erupción.
Bajé de su cuerpo y me arrodillé frente a la cama para chuparle la pija. Nada me gusta más que el sabor de la mezcla de mis jugos y de la lechita ajena. La chupé hasta dejarla tan limpia como al inicio. Era increíble ver como su pija seguía igual o más dura que cuando empezamos. No pude resistirme, y la metí entre mis tetas para hacerle una linda paja. Me encanta hacer eso, pero jamás me había topado con una pija que convine tan bien con mis tetas. Luego de que la excitación comenzó a tornarse en dolor, sentí que ya era momento de ponerle la frutilla al postre. Con mi voz más de puta que tengo, le pregunté:
─Papi, ¿ahora me vas a romper la colita?
Él no respondió, ya que los jadeos lo habían dejado casi sin aire. Se sentó en la cama, poniendo mi culo frente a su cara y empezó a chupar con gran destreza. Si no fuera por sus fuertes manos aferrándose a mi cintura, hubiese perdido el equilibrio y caído al piso como una bolsa de papas. Minutos después, luego de introducir varios dedos en mi culo, se puso de pie, aferró con fuerza mis brazos, aprisionándome, y comenzó a penetrarme despacio, con delicadeza, pero sin pausa. Con toda su pija en mi culo, y con mi rostro muy cerca de la cámara, me sentí una estrella ...