Víspera de Año Nuevo en Australia
Fecha: 31/10/2024,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Strawberry, Fuente: CuentoRelatos
... tiene más remedio que obedecer.
—No te toques hasta que vuelva —Lourdes dice.
Unos suaves sonidos atraviesan la lujuria de Angie: un cajón que se abre y se cierra, el arrastre de unos pies con los dedos pintados de color rojo y, finalmente, el zumbido del vibrador. Ahora, por primera vez en toda su vida sexual, siente que se ensancha con anticipación mientras su clítoris se pone rígido, anhelando un dulce alivio.
—Inclínate — ordena Lourdes... antes de volver a besarla.
Angie siente que va a correrse en cualquier momento, gracias a la mano fuerte de Lourdes en la parte baja de la espalda, que la guía a una posición particular. Angie solo apoya las manos en el edredón mientras el vibrador zumba.
—Abre las piernas, Angie —murmura Lourdes.
Y Angie lo hace, con los pies firmemente plantados en el suelo, con el olor de su deseo y el de Lourdes mezclándose en el aire fresco que entraba por la ventana de la habitación.
—Ohhh, justo ahí, justo ahí —dice Angie mordiéndose el labio.
—¿Puedo aumentar la potencia del vibrador? —pregunta Lourdes.
Angie asiente frenéticamente, abriendo aún más las piernas e inclinándose hacia delante, deseando lo que sabe que será un final muy intenso para esta sorprendente sesión de sexo.
Pronto froto su clítoris contra la cabeza del vibrador. No puede ...
... evitarlo: la acción le da placer de la forma más exquisita y, al mismo tiempo, la hace desear una sensación más fuerte, más rápida, simplemente quiere más. El zumbido la rodea y la sensación la recorre de pies a cabeza, pero sobre todo siente el máximo placer en su interior, las paredes de su vagina se contraen de una manera rítmica y deliciosa.
Empieza a oír gemidos fuertes y profundos intercalados con gemidos agudos y suplicantes; al principio cree que vienen de Lourdes, detrás de ella, pero luego oye murmullos tranquilizadores: así es Angie, sí, recibe lo que necesitas y se da cuenta de que los ruidos resonantes, orgullosos y exigentes, vienen de ella misma.
Y entonces todo estalla en estrellas a su alrededor mientras Lourdes maniobra la cabeza del vibrador en el punto exacto. Angie mueve sus caderas con una concentración singular y el objetivo de Lourdes es aguantar el vibrador en esa posición tanto tiempo como Angie se lo permita.
Los gemidos de Angie son salvajes, sus sentidos se despiertan y cada célula hormiguea mientras grita su llegada al clímax, el zumbido se amplifica en sus oídos hasta que solloza de placer y se calma en un suave ronroneo.
Así recibieron el año nuevo y minutos después decidieron escuchar a todo volumen la canción que dice “las amigas que se besan son la mejor compañía”.