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Unas vacaciones con mi madre (7): La mejor de las putas
Fecha: 02/11/2024, Categorías: Incesto Autor: Alfil-1, Fuente: CuentoRelatos
... le miró a los ojos. —Tú mismo dijiste que habíamos venido a pasarlo bien! —Es verdad mamá. No tengo derecho a controlar tu vida! —Me alegro que lo reconozcas. No obstante, he venido contigo y estaré contigo todo el tiempo que desees. Para mí eres prioritario a cualquier otra cosa! —Gracias mamá, eres más comprensiva que yo. Creo que he sido bastante egoísta en mis comentarios! —Ahora hablemos claro! Dijo Elena tragando saliva. —Si me apetece follar con algún hombre no tienes por qué ponerte celoso. Yo estoy encantada de que lo pases bien con cualquier chica… o mujer! Luis la miró cuando dijo “mujer”, y no tardó en comprobar a quien se refería. —Si Luis, se que te has follado a Amanda, o a lo mejor ha sido ella a ti , y seguro que te lo has pasado muy bien! Sonrió Elena. Luis agachó la cabeza confirmando su culpabilidad. —Te apetece contármelo? Dijo acariciándole la pierna. Luis se dejó llevar por el entusiasmo al pensar como había follado con Amanda. —Joder mamá, esa mujer es la ostia! Ha conseguido que la follé por todos lados! —Ah si? Por todos lados? Le inquirió Elena para que siguiera hablando. —Por todos! La boca, el coño, el culo! Parecía saber cuando me iba a correr y paraba para que yo durara más! —A si que es toda una maestra! —Ufff, no lo sabes bien! Luis se dio cuenta que estaba volviendo a ser egoísta y cambio el tema. —Y tú con Luis? También quiero que me lo cuentes. —Pues ha sido genial! Me ha llevado a ...
... las mil maravillas! Incluso me ha dicho que si me apetecía podía verle follar con su mujer para ver si me gustaba! —Vaya, eso no me lo esperaba! Contestó Luis algo confuso. —Elena se dio cuenta y quiso dejar de hablar de los nuevos amigos para hablar de ellos mismos, madre e hijo. —Pero sabes una cosa… a quien más deseo es a ti! Acercó los labios a los de su hijo y le beso con ternura. Luis alargó una mano y la puso sobre uno de sus pechos, las tetas de su madre siempre habían sido su obsesión. Metió la mano entre la tela y tocó la suave carne mientras bajaba la lengua hasta su cuello y lo lamía con lascivia. —Cada día te deseo más mamá! Susurró entre lamidas. —Espera hijo! Tengo una sorpresa para ti que estoy segura que te va a gustar! Dame un par de minutos! Dijo levantándose para ir a su habitación. A los dos minutos salió de la habitación, pero muy diferente. Se había subido en unos altos tacones de aguja seguidos de una medias de cristal sujetas por un liguero que hacían más atrayentes sus muslos. No llevaba bragas, dejando ver los carnosos labios de su coño con la pequeña mata de pelo sobre ellos que no se había depilado. El sujetador era realmente pequeño, tan solo servía para levantar más sus tetas dejando los grandes pezones fuera. A Luis se le abrió la boca tanto que casi se le desencaja la mandíbula. Los ojos desprendieron un brillo de lujuria que podían iluminar la habitación y no pudo evitar pasar la mano sobre los bóxer para sentir como se ...