El hombre que cambió mi vida (capítulo 1)
Fecha: 05/11/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Carnavas, Fuente: CuentoRelatos
A mi esposo y a mi nos tocó ser policías, en la ciudad que crecimos no había muchas oportunidades y fue lo mejor que pudimos hacer luego de que salí embarazada a mis 19. Con los años nos comenzó a ir muy bien, teníamos casa propia y nunca nada nos faltó, en su mayor parte los fines de semana que teníamos libres nos gustaba tomarnos nuestros tragos en casa, con música y charlas, A veces solos, a veces con familiares y a veces con amigos.
Mi esposo solía invitar varios amigos a nuestra casa, la verdad todos respetuosos, algunos llevaban a sus esposas y nos divertíamos contando anécdotas del trabajo o cualquier otra cosa. Para la graduación de mi hijo de su colegio armamos una gran fiesta en casa, tomamos con familiares y amigos todo el día, para ese entonces yo ya tenía 32, ya poco a poco el trago cada vez me pesaba más pero aun así aguanté y logré seguirle el paso a mi esposo y al padrino de nuestro hijo, Daniel. Al final solo ellos dos y yo quedamos y seguimos la parranda hasta la madrugada del lunes, yo tenía que trabajar y la verdad ya estaba un poco preocupada de no poder asistir, Daniel que tenía carro se ofreció a llevarme, él era muy amable, era un tipo soltero de unos 43, acomodado económicamente
Vivíamos algo retirados de la cuidad así que me dijo que nos iríamos a las 3, llegaríamos a las 4 a la ciudad, pero que me llevaría a dónde mi madre para que me arreglara y durmiera algo y así estar atenta a las 8 en mi trabajo, le dije que estaba bien y a mi esposo ...
... también le gustó la idea. Mientras eran la 1 y aún podíamos seguir tomando y bailando, bailaba con ambos pues era la única mujer, la verdad la estaba pasando muy bien, llegó la hora de irnos, tomé mi bolso con todas mi cosas, me despedí de mi hijo que ya estaba dormido y de mi esposo, me subí al carro y arrancamos.
Me propuso hacer una parada para comprar cervezas, me pareció una buena idea, así que volvimos a tomar carretera pero está vez ya tomando y cantando a todo pulmón, las cosas me preocuparon cuando de repente comenzó a bajar la velocidad.
Daniel: sabes algo, estamos muy borrachos, me da miedo seguir manejando así, que tal si descansamos y ya mañana temprano te llevo hasta tu trabajo.
Yo: noo, cómo se supone que descansemos, acá es muy incómodo dormir, además solo nos falta la mitad.
Daniel: si pero estoy tomado y con sueño, no quiero que pase nada malo.
Yo: entonces quieres dormir acá en el carro, nos puede pasar algo.
Daniel: no mira, más adelante hay un hotel, podemos ir a ahí para recargar fuerzas.
Yo: para nada, tu si quieres duerme ahí, yo tomaré un taxi.
Daniel: a estas horas dudo que encuentres algo.
Yo: pues lo intentaré.
Y me salí del carro, él se bajó conmigo. Pero tenía toda la razón no pasaban casi y los pocos que pasaban iban ocupados.
Daniel: vamos al hotel, no tiene nada de malo, ni que no nos tuviéramos confianza.
Yo: cómo crees que voy a dormir contigo, que va pensar Juan.
Daniel: jajaja no vamos a dormir juntos, ...