Después de clases
Fecha: 08/11/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Luz40, Fuente: CuentoRelatos
Esto me ocurrió cuando estaba estudiando en la universidad.
Tenía 21 años y recién había terminado una relación de pareja que iba para algo serio, pero mi novio, Andrés, decidió que para él eran más importante sus estudios.
A pesar de estar anímicamente mal, era una buena estudiante y eso le llamó la atención a un docente llamado César que me hacía clases y siempre me felicitaba por mis buenos resultados en los exámenes, mis buenos análisis y ensayos, claramente por eso era su alumna favorita.
César era un docente joven y simpático, se llevaba bien con todos los alumnos, tenía buen sentido del humor, incluso bromeaba con los alumnos en clases y fuera de las mismas como en momentos de esparcimiento.
Físicamente era muy atractivo, todas mis compañeras andaban babosas por él, pero yo no, debido principalmente a qué solo tenía ojos para Andrés, mi ex, aunque esa relación ya había terminado, no estaba con ánimo de ver a alguien más.
Cuando César se enteró de mi situación sentimental y lo mal que me sentía por la ruptura con mi novio se comenzó a acercar más a mi, hablábamos fuera de clases cuando nos encontrábamos en los pasillos, me daba consejos para superar la ruptura, comenzamos a conversar de diversos temas al salir de clases y me hizo sentir en confianza con él.
Aunque comencé a sentir atracción por César, tanto físicamente como intelectualmente, no pretendía tener algo más con él aparte de una relación netamente de alumna-docente, ya que si bien ...
... estábamos separados con mi ex, seguíamos en contacto y existía la posibilidad de que podamos volver y retomar la relación, incluso seguíamos hablándonos por teléfono y reuniéndonos de vez en cuando.
Uno de los días en qué tenía clases con César, una vez terminada la clase, se percató que yo estaba mal de ánimo y me invitó a tomar una cerveza para conversar sobre el tema.
Nunca habíamos conversado fuera de la facultad, pero dado que era viernes, no tenía más que hacer, y realmente me sentía en confianza con César para hablarle del tema acepté su invitación.
Llegamos a su departamento, nos sentamos a tomar y conversamos largo y tendido, cuando el me pregunta sobre mi vida sexual a lo que le respondí que no tenía, ya que toda mi vida sexual en ese entonces se reducía a mi relación con Andrés, pero como habíamos terminado, mi vida sexual por ende era cero.
César me dice que quizás el sexo me podría ayudar, al menos para sentirme mejor de ánimo y conmigo misma.
Comprendí a lo que iba y solo pude mirarlo, cuando me explicitó que él podría ayudarme con eso si es que me parecía buena idea.
Asentí con la cabeza y sin mediar palabra se acercó a mi, me acarició el rostro, tomó mi cabeza con delicadeza y me besó, a lo cual le correspondí.
A continuación nos dirigimos de la mano a su dormitorio, nos desnudamos y luego nos acostamos en su cama.
Él tomó un condón, se lo puso, yo me acosté boca arriba y el comenzó a insertar su pene en mi vagina.
En ese momento no pude ...