El maduro empotrador - Relatos Eróticos

El maduro empotrador

En apenas tres meses nuestra confianza llega a un punto donde nos enteramos poco a poco sobre nuestros más íntimos gustos sexuales fetiches y fantasías.

Silvia me cuenta que lo que más vicio le da es estar con hombres mayores que ella o mucho mayor que ella y que ya ha tenido ese tipo de relaciones también me describe cómo le gustaría un trío con dos hombres y a poder ser bisexuales los dos.

Ya en esta tesitura yo le confieso que soy bisexual que tengo bastante experiencia y que en principio me gusta ejercer de pasivo ,también puestos ya le confieso que me gusta travestirme usar lencería íntima de mujer eh incluso vestirme completamente en una CD.

Ese día cae un buen polvo y por primera vez me pongo lencería y ropa para ella terminándome ella de ayudarme a maquillarme todo esto junto con una peluca que escondía, desde ese día compartimos lencería y vestidos por casa siendo la tendencia de practicar el sexo en cierta medida como si fuésemos dos lesbianas.

En poco tiempo ella va cogiendo todavía más papel de dominante y yo voy aceptando mi entrega a ella al punto que termino compartiendo mis corridas con ella incluso limpiándole su coño si me corro dentro de él.

Es la tendencia diaria la de tragar limpiar mi esperma de su cuerpo, los juguetes que se han ido comprando los utilizamos indistintamente y yo soy digamos por decirlo de alguna forma la más hembra de las dos.

Ella se ve en una posición de fuerza y va subiendo su apuesta en nuestra relación al punto ...

... que decide que tenemos que meter un macho para que nos folle a las dos, me sorprende en cierta medida pero a la vez mesita me da morbo y asumo que es una buena decisión.

Poco a poco seguimos hablando de este tema y le va dando forma ella asumiendo el papel de la media hora al punto de que yo no me entero de nada.

Después de unas cuantas respuestas a varios anuncios colocados por internet me dice que ya tiene un candidato que por supuesto es bisexual y activo y que está convencida de que quiere esa, ya está preparada la fecha y un posible lugar va a ser una casa aislada en el campo para nosotros solos con todo tipo de comodidades apartada pero no demasiado lejos de la ciudad.

Algunos detalles termina de comentarlos conmigo, la casa es pagada por él y la mayoría de comida bebida también, yo estaré travestida y seré un juguete para Silvia y el macho empotrador recibiendo por boca y culo la mayoría de mi placer siendo sumisa para ella y dicho macho.

Todo esto me lo cuenta Silvia con un grado de excitación total mientras le práctico sexo oral en su rica concha y en su estrecho ano.

Llegado el fin de semana en cuestión a las tres de la tarde llegamos a la casa donde nos preparamos las dos con la mejor de nuestra lencería sexy y un par de mini vestidos terminando de maquillarnos y prepararnos a esperar al macho.

A las cinco de la tarde puntualmente llega este en un buen coche, bajando de él un hombre mayor que yo elegante en sus formas y con un físico aunque maduro ...