La rebelión de mi madre (XIX): La sesión psicológica
Fecha: 14/11/2024,
Categorías:
Incesto
Autor: hectornieto, Fuente: CuentoRelatos
Anteriormente:
Producto de la noche y el alcohol terminamos en la casa de mi madre.
El bóxer blanco que uso se moja por la presión del agua en la pileta lavamanos. Con el bóxer húmedo voy hacia el cuarto de mi madre que me llama porque su vestido quedó enganchado en un aro y debo socorrerla.
Luego de poder desabrochar el vestido terminamos ambos en ropa interior y con la cara de mi madre muy cerca de mi bulto húmedo.
Mi madre me masturba y mi leche cae en su cara y pecho, cuando parece que algo mas seguiría un rayo de sol entra por la ventana iluminando su cara.
Esto la hace salir del trance y se cubre los pechos con la mano y me pide que por favor me retire del cuarto.
Me retiro luego y me voy a mi departamento, mi madre no me escribe sino hasta un día antes para que vaya a verla a su casa el fin de semana para hablar seriamente.
Nos recibirá Andrea, la amiga que me cogí pero que mi madre no sabe.
Ella es psicóloga, así que nos analizará juntos ese fin de semana.
Andrea sentada en un sillón nos observa a ambos sentados en el sofá y rompe con el silencio:
"quiero que me cuenten detalle por detalle lo que pasó, olvídense que me conocen, ahora soy su analista"
Mi madre comienza a hablar con la voz entrecortada, comienza diciendo que le da mucha vergüenza, pero que necesita desahogarse.
Habla de mi padre, de quien se separó, de con quien la engañó, de cómo ella se siente fea y vieja.
Dice que tuvo oportunidad de salir con otros hombres ...
... pero no se animó, le dio miedo de sentirse joven, miedo de una relación espontánea con otro, ella estaba hecha a la antigua.
Andrea la interrumpe y le pregunta qué pasó exactamente el fin de semana anterior.
Ella dice que salió como estaba siendo habitual, bebió de más y que se sintió atraída por jóvenes que conoció virtualmente en una aplicación de citas. Estaba hablando de mi perfil falso.
Trago saliva y me entra un calor pensando que pudiera darse cuenta que era yo quien le envió esas fotos subidas de tono.
Luego le relata detalle por detalle como ocurrió lo de masturbarme.
Me cruzo de piernas porque el relato me hace tener una erección.
Mi madre dice que está totalmente arrepentida, que no lo haría de nuevo, pero que en ese momento no estaba en su sano juicio.
Andrea la interrumpe y me pregunta a mí porqué no la detuve.
Tartamudeo, transpiro, mis ojos buscan una respuesta que no sea pervertida en el techo.
Digo que también estaba alcoholizado, de que hacía tiempo que no estaba con una mujer, y que también estaba arrepentido por lo sucedido.
Andrea nos pregunta sin rodeos si nos masturbábamos.
Mi madre se ruboriza y dice que no enfáticamente como si la hubieran acusado de asesinato.
Luego Andrea dirige su mirada hacia mí y me pregunta lo mismo.
No sé qué responder, la verdad es que cada tanto me masturbo, pero es raro confesarlo delante de mi madre.
Le digo que muy poco, y últimamente nada.
Andrea saca una primera conclusión y dice ...