(H23, M21, M24) Trío con hermanas. Parte 1/2
Fecha: 17/11/2024,
Categorías:
Jóvenes
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hace unos años tenía una amiga que se llamaba Paulina, en ese entonces ella tenía 24 y yo 23. Era una chaparrita que tenía un cuerpo súper atlético y un par de nalgas bien deliciosas; muy deportista y le encantaba el punk, por lo que su estilo era algo rudo y afortunadamente a la hora de salir a fiestear siempre traía playeritas de tirantes de alguna banda y pantalones bien ajustados. Nos hicimos amigos en la peda y por mucho tiempo salíamos de viernes a domingo a beber. Ella era súper sexosa y casi siempre terminaba cogiendo con alguien en las fiestas. Conforme tomamos más confianza, aunque nunca dejamos de ser amigos, en ocasiones nos dábamos besos, fajábamos poquito y seguido sexteabamos sutilmente. Ella me decía que me dejaba manosearla lo que quisiera porque era su mejor amigo y entre broma y broma le mamaba que le mordiera las chichis por encima de la ropa y le apretara las nalgas o le diera arrimones repentinamente.
Un día me presentó a su hermana Natalia, que se parecía mucho a ella solo que Natalia era más alta, tenía más chichi y su estilo era más fresita. Igual tenía unas nalgas riquísimas y tenía 21 años. Nos gustamos y mi amiga me dijo que sin pedos me daba luz verde para que anduviera con su hermana. Empezamos a salir y los jugueteos con mi amiga bajaron de frecuencia e intensidad para evitarnos pedos con Natalia. Conforme avanzaba con su hermana, que ya era mi novia, mi amiga me preguntaba lo que hacía con ella, si me gustaba más el faje, los besos, los ...
... jugueteos. A veces le contaba con lujo de detalle porque le fascinaba el tema. Se ponía bien caliente y me decía que lo que le contaba se le antojaba muy cabrón.
Un fin de semana hicieron una fiesta en su casa con pocos invitados y entrada la madrugada Natalia y yo habíamos consumido algunas cosas que nos relajaron un poco y nos pusieron ultra horny. Ella me llevó a su cuarto, que compartía con Paulina, y mientras los demás estaban en la sala tomando y escuchando música, aprovechamos para fajar.
Ella tenía una lámpara en su cuarto que podía hacer muy tenue la luz, y estábamos casi a oscuras besándonos y tocándonos por debajo de la ropa. Los besos estaban súper húmedos, enredábamos nuestras lenguas de una forma muy intensa mientras yo acariciaba sus pezones por debajo de su ropa y ella me masajeaba la verga encima del pantalón. Tomó una de mis manos y se la llevo a la boca para chuparme los dedos de una manera tan sensual que me puso durísimo. Después bajo mi mano hasta su coñito y me dirigió para comenzar a dedearla. Mientras acariciaba su clitoris y jugaba con la humedad que emanaba de su entrada, ella comenzó a besarme y lamer mi boca y mi cara, ahogando sus gemidos, pues no olvidaba que afuera de su habitación había otras personas.
Sin embargo, dentro de nuestro frenesí no nos dimos cuenta que la música ya se escuchaba muy bajito. De pronto la puerta se abrió y su hermana entró. Al parecer su lígue no había llegado y los otros tres o cuatro invitados ya se habían ido ...