1. Mi amigo me tenía ganas


    Fecha: 22/11/2024, Categorías: Bisexuales Autor: bixx, Fuente: CuentoRelatos

    Me dijo que estaba aburrido y que quería salir a tomar unos tragos y yo le respondí que sí, que me parecía una buena idea. En las últimas semanas habíamos salido algunas veces y hablado más de lo que habíamos hablado en 4 años estudiando en el mismo colegio.
    
    En realidad no habíamos sido muy cercanos, más allá del “qué tal, como te va” de cortesía. Pero desde hacía unos meses los dos estábamos solos en la misma ciudad, en otro país, trabajando lejos de nuestras familias y rutinas.
    
    Cuando eso pasa, siempre es agradable encontrar una cara conocida y la distancia termine por acercarte a personas a las que en otras circunstancias no te hubieras dado el tiempo de conocer mejor. Eso fue lo que pasó en este caso.
    
    Teníamos 25 años. Él era un poco más alto que yo, bien parecido, de pelo castaño, fuerte, a pesar de que no hacía ejercicios. Es de esos casos en la que la naturaleza te premia con un buen cuerpo. Tenía unas piernas fuertes y unas nalgas que llenaban unos jeans que siempre usaba ajustados.
    
    Nos entendíamos bien. Éramos lo suficiente cercanos para abordar cualquier tema en confianza, y hablábamos mucho. Me extrañó que varias veces terminara hablando de gays cuando salíamos, pero no le preste mayor atención y siempre le recordaba la premisa de vive y deja vivir.
    
    Esa noche vino a buscarme como convenido y nos fuimos a beber a un bar cerca de mi departamento. Él se había rentado lejos y había venido en taxi. Salimos caminando y nos tomamos unos cuantos tragos. El ...
    ... insistía en que tomara más, que él pagaba.
    
    Cuando salimos del bar los dos estábamos entonados. Él me dijo que era peligroso llegar hasta donde se quedaba y yo le ofrecí quedarse en mi departamento, el cual compartía con otra persona.
    
    Yo ocupaba un cuarto y mi compañero de apartamento el otro, pero en el salón había un sofá cama que él podría utilizar. Se lo dije mientras caminábamos de regreso y no le gustó la idea. Me respondió que tenía pena de amanecer en la sala y parecer un intruso.
    
    Yo traté de convencerlo y luego le ofrecí que durmiera en mi cama, que yo dormiría en el sofá. Pero él tampoco quiso, pretextando que no quería quitarme mi comodidad. En eso estábamos cuando entramos al ascensor.
    
    Le dije en broma. Qué quieres, dormir conmigo? Él no respondió, pero el brillo de sus ojos me dijo que era eso lo que buscaba. Subiendo, le expliqué que la cama era pequeña y que dormiríamos apretados, y que después de varios meses lejos de mi novia, no era seguro para él, porque iba a querer cogérmelo.
    
    Él se reía, y me decía que estaba dispuesto a pagar ese precio si necesario, pero que durmiéramos juntos. A mí se me empezó a poner duro el rabo, y me dieron ganas de cogerle las nalgas y apretárselas para que viera que no jugaba, pero había cámara en el ascensor y no quería que el de seguridad nos viera.
    
    Cuando entramos al apartamento, todo estaba oscuro. Mi compañero de piso, o dormía, o estaba fuera. Le dije que pasara y que entrara en el cuarto, para que viera lo ...
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