Doña Rosa, mi clienta favorita
Fecha: 28/10/2018,
Categorías:
Voyerismo
Autor: Shamurai, Fuente: CuentoRelatos
... la oreja mientras le frotaba las tetas por encima del sostén, hasta que le saque una y vaya que eran enormes¡¡muy apenas cabía en mi mano, se desbordaban un poco!
En seguida le quite el sostén liberando sus grandes tetas, eran tan grandes y un poco desparramada, pero a mí me encantaban, la recosté en la cama mientras le lamia las tetas, le pasaba una y otra vez la lengua por esos pezones de un tono marrón claro, deliciosos los chupe, los mordí, los mordisquee, mientras ella jadeaba y gemía, mordiéndose los labios y diciéndome ¡¡Si, sigue, comete mis tetas!! ¡Me encanta que me las chupen es mi debilidad! Seguí chupándolas mientras, le restregaba mi verga dura y ya goteando en sus piernas, embarrándola de líquido pre seminal, enseguida la despoje de la falda y pude ver que traía un calzón que le hacía juego al sostén, blanco de encaje, podía mirarse sobre el calzón los vellos oscuros, los cuales traspasaban un poco el encaje, enseguida lo fui quitando lentamente mientras le decía ¡Ahora si Rosita, voy a ver tu rico bollo!¡Me lo voy a comer! Ella decía ¡Si Paquito comételo todo! ¡Disfrútalo! ¿Así te lo imaginabas? Yo le respondí ¡sí, así de calientito y mojado me lo imaginaba, ¡esperaba con ansias este día de poderte comer el bollo!
Tenía una cantidad normal de vellos, y la mayoría ya mojados de sus jugos, antes de chupársela comencé a frotar el clítoris con la yema de mis dedos, lo podía ver ya muy erecto, y su bollo mojadisimo, al estimularle el clítoris de nuevo ...
... empezó a jadear y tener otro orgasmo, ¡Oh sí Paquito, que rico! ¡Dame tu lengua! ¡Siento como escurren mis jugos hasta mi culito y piernas! ¡Estoy bien caliente! ¡Mi marido no me calienta tan rico como tu¡ ¡El solo me baja los calzones y me mete la verga mientras me bombea hasta venirse y ya terminamos! Yo le dije ¡Que tonto, con tan rico bollo que tienes, uff yo si lo disfrutare mucho hoy! Comencé a lamerle la vagina le pasaba mi lengua por lo largo de su concha, le chupaba los labios mayores y se los jalaba con mis dientes, ella no aguanto más y de nuevo tuvo otro orgasmo, era tan rico el sabor de ese bollito, caliente y mojado, lo disfrutaba, le metí los dedos dentro de la vagina y comencé a masturbarla, mientras le lamía los jugos que escurrían, ella jadeaba y decía con frecuencia ¡Oh Paquito, que rico, comelo todo! ¿Te gusta mi bollo? ¿Te gusta comértelo? Yo le respondia ¡Me encanta, esta delicioso!, continue masturbándola y sacaba mis dedos mojados y los chupaba, así estuve por unos minutos, hasta que me quite la toalla frente a su cara, al quitar la toalla, salto mi pene ya mojada de tanta excitación y ella al mirarlo con asombro exclamo ¡Hay Paquitoo, que casota tan rica tienes!¡¡Todo eso tenías guardado!! ¡¡¡Por Dios, si lo tienes más grande que mi marido!!! ¡¡Wooow!! ¡Que rica vergota tienes! (Debo aclarar que yo me considero de tamaño norma, como el tamaño promedio) Como ella solo conocía la verga de su marido, quizás por eso se le hacía grande el mío, entonces lo tomo ...