1. Los albañiles de la bodega me desgarraron el culo


    Fecha: 25/11/2024, Categorías: Sexo en Grupo Autor: alexandra love, Fuente: RelatosEróticos

    ... eróticos, un vestido negro muy ajustado que se adaptaba perfectamente a mi figura, tenía un escote abierto que permitía ver entre mis senos y mostrarlos según cuanto yo quisiera bajarlo o subirlo, era un vestido de tela muy corto y flexible como licra, por lo que podía bajarlo a la mitad de mis piernas o subirlo a tres dedos debajo de mis nalgas según yo quisiese, sin que se notara arrugas o que yo lo hubiera forzado por lo que era ideal para salir de casa como una dama y llegar a la bodega con el vestido más levantado como una puta con tacones negros altos de correas. Me puse perfume como si fuera al encuentro de mi vida. Moria de los nervios, sabía lo que podía pasar, pero no dejaba de excitarme, imaginaba cómo me lo harían, si me dolería, bueno mil cosas pasaron por mi cabeza…
    
    Llegando el atardecer, antes de salir de casa dilate mi ano con el plug anal, metiéndolo y sacándolo suavemente de mi ano pues era muy doloroso, sentía una punzada, pero después de rato solo era placer, cuando sentí que ya estaba lista lo deje dentro de mi ano y acomodé el vestido jalándolo un poco para que me llegara a media pierna, algo decente por así decirlo, aborde el microbús y todos los hombres me miraron con ganas de cogerme, el chofer no dejaba de voltear por el espejo, tomé asiento junto a un joven que no dejaba de verme las piernas de reojo, y yo sentía un poco de dolor pues traía el plug anal puesto y me lastimaba cada que el camión pasaba un tope, llegado el momento me baje del camión ...
    ... y me dirigí a la bodega caminando muy femenina y sintiendo como el plug anal entre mis nalgas me lastimaba un poquito a cada paso, podía sentir mi vagina caliente y lubricada durante todo ese largo camino que de nuevo estaba completamente solo, y como ya se me estaba haciendo costumbre antes de llegar levanté un poco el vestido para dejarlo a tres dedos por debajo de mis nalgas para mostrar mis hermosas piernas y dar una forma más sexy a mi trasero, me veía guapísima. En ese momento decidí no mostrar más mis senos pues eso lo quería dejar para cuando estuviéramos platicando.
    
    Ya estaba ocultándose el sol, y el alumbrado público en esa zona es muy tenue, cuando llegué a la entrada de la bodega ellos ya estaban tomando, apestaba a humo de cigarro y se les veía cubiertos de polvo de arena y cemento, ya relajados de jornada de trabajo y eso me gustó pues yo quería un encuentro con hombres rudos. Entonces Carlos el más grande, se acercó para recibirme y lo saludé de beso en la mejilla mientras sentí como me tomó la cintura con su mano derecha y me habló al oído.
    
    —Te ves guapísima Alexa.
    
    —¡Gracias! ¡Que lindo! —Le conteste sonrojada.
    
    Fuimos a donde estaban sus amigos y me saludaron también de beso en la mejilla, mirándome de pies a cabeza casi babeando con una cara de lujuria que no podían con ella, me llovieron halagos sobre lo hermosa que me veía.
    
    —Que guapa te ves Alexa.
    
    —Sí te ves muy hermosa.
    
    —Sí te ves preciosa.
    
    —¡Gracias chicos! ¡Que lindos! —Les dije ...
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