Seduciendo a los trabajadores de la bodega
Fecha: 02/12/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: elifsexy, Fuente: RelatosEróticos
... hombres pues podía notar el morbo con el que lo estaban haciendo, y le dije a mi chofer que me abriera mas las nalgas con sus manos y ellas abrió más fuerte y sentí mi piel estirada y adolorida, yo quería sentir placer en todo mi cuerpo así que me toque los senos, estimule y pellizque mis pezones, y al sentirme muy cachonda le dije a su amigo literalmente “ya mi amor rómpeme el culo “ apenas le dije eso, sentí como empujo el bate con su peso, y mi ano se abrió tanto que pude sentir una fuerte punzada y ardor mayor a lo que antes había experimentado, sentí como el bate entro hasta el fondo y topo en mi interior, hasta el vehículo se movió en ese instante grite, y comencé a llorar teniendo el bate dentro, y el hombre dijo ya estas bien abierta mi amor era lo que me pediste, entonces sentí que me lo iba a sacar y le hice una señal con mis manos temblorosas, para que no lo moviera, porque no podía hablar del dolor. Entre en un llanto de ese que no te deja hablar bien por que da sentimiento y le pedí que no lo retirara, que empezara a cogerme con el bate, y el me obedeció, suavemente lo comenzó a ...
... sacar y a meter, le pedí lo sacara y que mi chofer me dijera como se veía mi ano, y el me dijo “ se te ve bien abierto preciosa, esta de color rosa” le pedí que siguiera abriendo mis nalgas y su amigo comenzará a cogerme con el bate de beisbol de nuevo pero sacándolo por completo y metiéndolo a fondo varias veces en mi ano abierto. Me cogieron a si durante una media hora y yo quede sobre el cofre rendida y gozando de ser cogida analmente con ese bate tan grueso.
Unos minutos después ellos ya se habían recuperado, así que me arrodille y se las mame hasta que se vinieron en mi boca, me trague todo su semen y les sonreí con mi cara toda escurrida de rímel por mis lágrimas. Nos despedíos de su amigo, me vestí y mi chofer me llevo hasta mi casa, no me cobro por el servicio, me pidió mi número de teléfono y nos despedimos. Entre a mi casa totalmente cansada, y quede rendida de inmediato.
Al día siguiente amanecí muy adolorida, pero me sentí muy bien, plena, satisfecha, absurdamente querida y deseada por los hombres, y cada fin de semana visito a mis amigos de la bodega para “tomar una cerveza” bye…