Todo entre hermanos
Fecha: 05/12/2024,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Vlad escritor, Fuente: CuentoRelatos
Soy Rodrigo, tengo 33 de edad, no tengo un cuerpo musculoso y tampoco tengo mucha suerte con las mujeres.
Tengo un hermano llamado Juan.
Juan es tres años menor que yo; pero, eso sí, somos muy unidos.
Todo comenzó hace 4 años, cuando en la carrera y estando en el último año ingreso Flor.
Flor es una chica en sus 29, delgada, 1.68 de estatura, piel canela, pechos medianos, un trasero bien formado y piernas torneadas.
Ella me gustó mucho desde que la vi, intente de todo para acercarme, pero ella se fijó en mi hermano Juan, gracias a una fiesta que organice en casa.
Pasado el tiempo, ellos se casaron, no tuvieron hijos en todo ese tiempo, porque Juan quería que ambos se realizaran en lo profesional.
Yo me realice en mi carrera de ingeniería en sistemas. Para ese momento no me había casado.
Cada fin de mes iba a visitar a mi hermano y cuñada.
Como es nuestra costumbre, después de comer, vino el alcohol, pero esa vez nos excedimos en la tomadera. Bien. Tanto Juan como Flor se veían ambientados y desinhibidos.
Empezamos a jugar a la botella y cada vez iba subiendo de tono en cuanto a verdad o reto.
Para el momento me toco contestar una verdad que mi hermano me impuso y la respuesta fue… ¿Te gusta mi esposa?
En un momento de silencio respondí afirmativamente.
Flor. Lejos de incomodarse, cruzo sus piernas, procurando que su vestido floreado subiera más de la cuenta, dejándome ver casi el término de sus piernas, intuí que tenía una tanga; pues ...
... no se veía mucha tela, mas que un pequeño borde amarillo.
Volvió a tocarme una pregunta, pero ahora por parte de mi cuñada.
No quise contestar porque se trató de una fantasía sexual y me daba pena contestarla y mas a mi cuñadita.
Juan, con ojos de malicia, le dijo a Flor algo al oído. Ella se quedó callada y luego me puso el reto.
Yo me quedé sorprendido con tal cosa.
Aquello era nada mas y nada menos que fajar con ella.
Bueno. Al convencerme, Flor se sentó a mi lado, poniendo sus piernas sobre las mías y así me dio un beso que hizo que sin tapujos recorriera gran parte de su cuerpo.
Con ansias le metí un dedo en su vulva y alcance a acariciar su clítoris.
Realmente no quería acabar, pero mi hermano nos miraba y aparte a la que manoseaba era su esposa.
Así que pronto la separe de mi.
Busque cualquier pretexto para salir de casa de mi hermano.
Me sentí mal por aquello, pero esa noche me pajeaba recordando el cuerpo de mi cuñada, de cómo recorrí su cuerpo, tocando sus pechos, sus piernas y vagina.
Pasadas dos semanas, no les marque por teléfono, ni ellos a mi.
No es que sea un mojigato, pero vamos. ¡Es la mujer de mi hermano!
Me arme de valor y fui a visitarlos un día que ellos no me esperaban.
Flor atendió a la puerta.
Se veía muy bien.
Llevaba un short de mezclilla muy corto, una camiseta de tirantes bien ajustada y no tenía brasier.
Al pasar me comento que Juan llegaría tarde y que si gustaba esperar.
Después de un café ...