Sensaciones de seduccion
Fecha: 28/10/2018,
Categorías:
Hetero
Autor: rachel, Fuente: RelatosEróticos
Amanecía el día lloviendo, no me levanté con muy buen humor, como es propio en mí. Aparentaba ser un día normal, más bien un día rutinario en el que no tendría que destacar nada. Me desperté por el frío que sentí, caminé hasta la nevera y me di cuenta de que a penas tenía nada que desayunar, sin mirar el calendario pude saber que ya pasábamos de mediados de mes. Con las prisas a penas vestí mi piel, decidí bajar a comprar con las mallas que llevaba de estar en casa, la camiseta de media manga y el pelo recogido con un moño donde no conseguí llegar a recogerme algunos mechones que colgaban alrededor de mi cara tapando,por suerte, mis ojos que aun legañosos batallaban por abrirse. Un portazo indicaba que abandonaba mi casa, la tienda está bastante cerca pero la lluvia caía con gran intensidad y tuve que cubrir mis pechos con las manos para poder disimular, malditas prisas pensé yo. Al llegar a la tienda un triste sonido de una campanilla avisaba mi llegada. Tuve que esperar algunos minutos a que llegase mi turno. Mi cara no despertaba gran simpatía y alguien que estaba delante de mi me miro con sus grandes ojos verdes y con un gesto me cedió su puesto, con las prisas llevaba mis manos llena de cosas: el monedero, las llaves, el móvil? y al pagar todo se me desparramó por el suelo. Al levantarme y echarme para atrás pude notar como todo su cuerpo estaba pegado al mío. Tan sólo miré para atrás y le di las ?gracias?, al salir de la tienda tuve que para varios segundos para poder ...
... respirar tranquilamente, no sé el motivo de porque me incitó tanto al nerviosismo ver esa cara si ni siquiera pude oír su voz, pero sentí parte de él. La lluvia caía más y más deprisa, cuando llegué al portal totalmente mojada no era capaz de poder meter la llave para abrir, cuando por fin conseguí abrir la puerta unas manos rodearon mi pequeña cintura, seguía tras de mí y un empujón me llevó hasta la pared donde están ubicados los buzones, jamás pensé que tendría como correspondencia aquel placer que me hacía sentir. Noté su lengua tan dentro de mi boca que hacía callar a mis palabras, esa lengua recorría mi cuello secando cada gota de lluvia que quedó pegada en mi piel,me giré y empecé a subir las escaleras, esta vez la puerta la abrí a la primera, despegué de mis pechos las manos dejándole entre ver que ni siquiera me dio tiempo a ponerme ropa interior, me cogió y me apoyó en sus caderas, yo me sentía cada vez más pequeña entre aquel cuerpo que no dejaba de acariciar. Al llegar a la habitación estábamos tan excitados que ni siquiera nos importaba el desorden que dejé del día anterior. Yo aparqué mi cabeza para dejarme llevar por el deseo y la pasión del momento. Me tumbé encima de él observando su torso desnudo, acaricié su cuerpo con mis pezones poco a poco que aun estaban mojados, podía notar cada escalofrío de su piel, mis manos empezaron a masturbarle mientras cogí su mano e introduje en mi boca uno de sus dedos, no paraba de lamerle mientras mis ojos negros se clavaban ...