La ex de mi pareja me rompe la...
Fecha: 06/12/2024,
Categorías:
Infidelidad
Autor: MikeFed, Fuente: CuentoRelatos
... celular. Más tarde te llamo para salir a cenar Fer.” Te juro que me rompió la cabeza el desgraciado. Fuimos a cenar a un lugar escondido, para que no nos vean. Y de allí a su departamento.
- Vos justo estabas sin trabajos y solo tenías el teatro pero una semana después.
- Sí… tres días encerrados en el departamento. Los dos primeros hablando, comiendo pizzas y panchos con cerveza, el tercero hablando y mirando tele abrazados. Así conocí al que fue mi gran amor, un tipo increíble, mi mejor amigo, mi confidente, el que llamo y está. Hasta ha dejado minas plantadas para verme porque estaba rayada.
- ¿Tres días y nada? Pregunté.
- No… Seis meses y nada. Bueno, una sola vez, el día que me dejó. Dijo Ella.
- ¿Cómo?
- Sí, fue en mi departamento, vino a almorzar, y me dijo que una chica le gustaba. Que tenía ganas de ponerse de novio. Y nosotros casi vivíamos juntos. Yo le pregunte que éramos nosotros entonces. “Fer, te adoro, te juro, sos una mujer única, pero sos mi amiga. Te amo como amiga.” Y le tuve que dar la razón… Pero tenía miedo de perderlo como amigo, y le dije: “¿Y si probamos coger? Quizás, quien te dice.” Su respuesta, un clásico: “Dale, cojamos.” Y cogimos… Fue genial, gozamos con todo. Tres veces esa tarde. “No Fer…” “No es nuestro tiempo, o nosotros no estamos para ser pareja.” Dijo ella.
- Por seis meses no nos vimos. Me llamó por mi cumpleaños. Termino viniendo al departamento, cenamos y charlamos desde el viernes a las 21 hasta el domingo a ...
... la noche. Sellamos nuestra amistad.
- Y cada vez que nos necesitamos estamos. Pueden pasar meses, pero siempre estamos. Dijo ella.
Sinceramente, no les creí. Era imposible que hayan estado casi viviendo juntos y no haya pasado nada. Sobre todo porque a Ova le encanta el sexo. Disfruta y me hace disfrutar como loca.
Dos años después, nos fuimos a vivir juntos. Habían pasado seis meses, y me llama a mi trabajo para decirme que iba a llegar tarde porque se iba a juntar a charlar con Fernanda. No me hizo nada de gracia, lo juro. Pero no podía decir nada, me era honesto, leal, no se escondía. Llego a la hora de la cena, de buen humor, y no comento nada de la charla, yo, una dama, mordiéndome por dentro, no pregunté nada.
Para su cumpleaños… Un día después le hizo una cena, torta, regalo de cumpleaños y no me invitó, fue solo de ellos. Pero me lo decía, nunca ocultaba nada.
Yo me moría de celos, lo imaginaba con esa tremenda mujer, gozando con todo, penetrándola por todos lados, haciéndola gritar de placer como me hace gritar a mí.
Quiso la vida, hace un mes, un mediodía, salí de mi trabajo a almorzar y me la encontré.
- Hola Flavia, querida, ¿cómo estas mi amor? Me saludo con una efusividad tremenda, que por supuesto me sorprendió.
- Bien Fernanda, yendo a almorzar. ¿Vos?
- Bien, te acompaño y charlamos.
Y fuimos a un bar a tomar un café y comer un sándwich.
- Contame, ¿Cómo andan las cosas con Ova?
- Bien… por suerte nos llevamos bien.
- Que ...